25: Festín de renacimiento

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Narrador

________ despertó aturdida, escuchaba gran movimiento fuera de su habitación, le costó algunos minutos recordar que hoy era el día de la fiesta. Había estado muy tranquila los días anteriores pero esa mañana surgieron las dudas de todo tipo ¿Y si la gente no tomaba de buen modo las noticias? Peor si se equivocaba en algo, no quería hacer quedar mal a su padre. Si bien había aprendido algunos modales de etiqueta gracias a su abuela, pensaba que quizá haría falta más que solo saber el orden de los cubiertos, de qué lado debía sentarse, y entre otros pequeños pero valiosos datos que juntaba en su cabeza. De pie, decidió tomar un baño rápido e ir a curiosear para saber cómo iban las cosas en el gran salón, donde más tarde sería la fiesta.

Tan pronto como pudo se puso un sencillo vestido magenta y salió de su habitación después de terminar el desayuno que había llevado una mucama a su habitación. Hoy la mansión se miraba más ajetreada que de costumbre. No había un solo empleado que no tuviera en sus manos algo que llevar al salón principal, junto con una lista de los pendientes por hacer. La pelinegra había estado del otro lado de las fiestas, es decir, no como invitada o anfitriona, sino como parte de la servidumbre. Conocía lo cansado que podía ser preparar un gran banquete, pero esto, no le llegaba ni a la punta de deberes que había tenido en la mansión Grandchester, Richard se encargaba de que sus reuniones y banquetes fueran más sencillas y discretas. Pero Hassen, si por él fuera invitaba a todo Europa a una fiesta diferente cada fin de semana.

—Mi querida ________ que bueno que te encuentro.

—Abuela, buenos días. —contestó saludando con un pequeño abrazo.

—Vamos a mi habitación, Vanessa está ahí también. Hoy parece Versalles en en pleno 1776 —dijo risueña tomando por el brazo a ________. Aurora amaba la historia francesa, sobre todo las historia del reinado de Luis XVI. Más que fanatismo, era porque aseguraba ser descendiente de María Teresa de Francia, aunque nadie más que ella podía decir si eso era real o sólo una historia para entretener a su familia. 

Llegando a la alcoba, ________ saludó a Vany con un alegre movimiento de mano, quien se sonrió al ver el gesto tan alegre. Miraban a su abuela poner dos grandes cajas negras sobre la cama, Vanessa sabía lo que tenían dentro, pero ________ no.

—Fuimos a comprar los vestidos para esta noche y confiamos en que te guste lo que elegimos para ti —la pequeña Edevane caminó a la cama y abrió la caja, mirando un vestido color rosa de manga larga con piedras bordadas en un velo de declive sobre la falda y parte superior. Su mirada y sonriso dijeron todo (imagen en la descripción).

—El mío es igual pero azul —dijo Vanessa acercándose a ellas sacando el vestido de la caja, mientras lo puso a un lado del de su hermana. Ambas sonrieron.

—No es necesario las joyas para que se hagan notar entre las demás; sólo quiero que lleven su cabello suelto, el negro es elegante y luce precioso en ustedes ¿Alguna cosa más?

—¿Qué debemos hacer? —preguntó Vanessa, que igual a ________ sentía ligeramente nervios, pero ella los demostraba más que su hermana menor. Aurora sonrió y tomo una mano de cada chica.

—Sólo hay una regla. Hagan lo que quieran, es suya esta noche. Pero, no se dirigan solas a los socios de su padre o a quienes no conozcan. Esas personas son peligrosas y pueden acercarse a ustedes sin buenas intenciones. Tengan los ojos y oídos bien abiertos en todo momento.

—Queda claro. —respondieron al unísono. —casi a punto de irse para alistarse, tocaron a la puerta.

—Señorita _________, la señorita Candice Andry está aquí, la espera en el recibidor. 

Primaveras en Diciembre (INCOMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora