26: (Otro) inicio en el San Pablo

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Narrador:

El sábado, terminó la fiesta tranquila. _________ había pasado las últimas horas con Terry, platicando sobre su pronta estadía en el colegio San Pablo, y el que había escuchado, la hermana Grey ya no sería la directora, sino alguien más, que aún desconocían quién era la nueva persona que dirigiría el internado.

La mañana siguiente, fue el día en que _________ debía organizar todos sus pendientes, ya que esa tarde partiría al colegio, para así, el lunes despertar en la escuela. Platicando con Vanessa, supo que sí había visto a Archie, quien muy apenado se disculpó con ella repetidas veces por no ir a visitarla antes ¿El motivo? Nervios. No más.

Eran las 7:30 de la tarde. Vanessa ya se había ido de nuevo a Stratford Upon Avon, la ciudad donde estudiaba en Royal Academic Douglas. Partía hace unas cuantas horas, para poder descansar y no sufrir contratiempos inesperados.

____________, estaba a punto de partir al colegio San Pablo, las indicaciones era que debían reincorporarse a partir de las ocho de la noche, para iniciar al día siguiente. Había querido irse a despedir de Hassen pero no estaba en la mansión. "Asuntos de trabajo", era siempre la respuesta que obtenía cuando no encontraba a su padre por ningún lado. Caminaba al salón que era de su abuela, una habitación con dos divanes, una estantería de libros y otras cuantas con cosas de bordado o manualidades.

—Jesús mío, por la amargura que sufriste por mí en la Santa Cruz, cuando tu alma tan sagrada... —el rezo de la mujer detuvo cuando __________ tocó a la puerta.

—¿Ya te vas? —preguntó Aurora con su dulzura habitual dejando pasar a la pelinegra que se sentó a un lado suyo.

—Sí abuela, quería venir a despedirme de ti —explicó apoyando su cabeza en el hombro de la mujer, que acariciaba los mechones de la cabellera negra. Notó que unas pequeñas lágrimas empaparon el rostro de la chica.

—Mi pajarito de Versalles ¿Por qué lloras? —cuestionó mirando a los ojos de la joven que se limpiaba las lágrimas.

—No sé si he hecho bien o no en ingresar al colegio San Pablo, pero no quiero decepcionar a Hassen, ni a ti.

Aurora con ternura acarició las pálidas mejillas de __________, encontraba graciosa la preocupación de su nieta.

—Hay una sola cosa que debes hacer para no decepcionarnos, y es no traicionar tus principios. Mi niña, no mueras por encajar cuando has nacido para destacar. Rompe el molde y no construyas uno más. Quiero para ti la libertad que, que yo no pude tener.

—Gracias abuela —dijo _________ enfundada en un cálido abrazo donde se le metió por las narices todo el perfume de Aurora.

Tras despedirse, _________ partió en el carruaje al colegio San Pablo, segura de sí. Haría todo lo que estuviera en sus manos, ya si eso no era suficiente, no se avergonzaría de ello. Al llegar al internado, se encontró con una linda postal, y era la de todos los jóvenes y señoritas conviviendo sin límites, paseando por los jardines o sin entrar aún al colegio. Al bajar del carruaje, varias miradas se posaron en ella ¿A caso la chica que se había encargado de los caballos estaba de vuelta? Si, lo estaba, pero del otro lado del juego. Vals Op.61 podía sonar y encajar a la perfección en ese bello atardecer, que corría junto con gotas sudorosas, aquellas que deja la agitación en verano.

—¡__________! —la llamó una voz detrás suyo.

—¡Stear! —lo saludó feliz.

—¡Ven con nosotros! Te estábamos esperando todos para entrar. Sería cruel no haberte esperado. Te ayudo.

El castaño de grandes anteojos tomaba una de las maletas de __________ mientras caminaban al grupo de amigos: Archie, Candy, Susana, Annie y por supuesto, la inteligente Patty, que algo les contaba a los demás.

Primaveras en Diciembre (INCOMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora