24: Un pasado en el presente

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Narrador:

__________ seguía disfrutando de melodía del piano; pensaba si ella algún día igual podría aprender a tocar algún instrumento tan refinado, o al menos lograr a aprender algo nuevo que la gente de su status social les gusta hacer. Sus pensamientos callaron junto con la música cuando Terry se detuvo.

-Lunas -exclamó el joven.

-¿Si?

-Tengo que regresar al salón con el resto. Si quieres podemos pedir que te lleven a la mansión Edevane para que no haya problemas.

-No, regresa sin pendiente. Me quedaré un rato más, quiero ver a alguien antes de irme. -respondió ya con todo un plan armado en su cabeza.

-Por favor _________, no vayas a armar ningún lío...

-¿De cuándo acá al rebelde Terius Grandchester le tiene miedo a los problemas? -preguntó entre risas casi saliendo de la habitación, el castaño igual mostró una cómplice sonrisa.

-Tramposa... ¡Ya! Haz lo que quieras pero vete de aquí. -rió y cada uno tomó su camino. Terry regresó al salón y se puso de pie a un lado de Hassen y Richard, los tres más forzados a estar en ese evento.

___________ por su parte, con cautela de no toparse con alguien bajó las escaleras y cruzó los pasillos entre la cocina y las habitaciones de todos los encargados del servicio de la mansión. Conocía muy bien todos los caminos de ese lugar; fueron varios meses viviendo bajo ese techo. Miró la puerta de al fondo abierta, de la que era su habitación hacía al menos una semana. Días más, días menos; pero a su sentir habían sido más largos que eso. Apartó su mano alzada de la puerta que iba a tocar y caminó al cuarto. No había nadie, así que sin más entró.

Cerró la puerta junto con sus ojos. Aún estaba su aroma en ese pequeño dormitorio. La ventana estaba abierta y el aire caliente entraba revoloteando algunas hojas sobre la mesa que usaba como escritorio y peinador. No podía creer que se había olvidado por completo que aún no recogía varias de sus cosas, es que todo fue tan rápido, todo.

Miró su caja de recuerdos contemplando una pequeña pulsera, el anillo que le había entregado Terry, un dije de media luna que compartía con su hermana, el par de peinetas que le regalaron Richard y Hassen y otras pequeñas cosas, pero notó que faltaba una fotografía que tenía con su madre y Vanessa. «¿Desde cuándo la habré perdido?» se preguntaba cuando la puerta se abrió y su corazón casi se detiene del susto hasta que conoció quien era quien entraba.

-¡¡Marina!!

-¡________! -respondió con un corto pero emotivo abrazo- Escuché ruidos pero no pensé que fueras tú. Tienes mucho que contarme ¿Cómo es eso que el duque de Edevane es tu padre? ¿Cómo lo supiste?

-Una por una, me atolondras con tantas preguntas -rió dejando caer su cuerpo a la cama con los brazos extendidos de espaldaa- sí, Hassen es mi padre ¿Puedes creerlo? Estuvimos tanto tiempo tan cerca y a la vez tan lejos. Supimos todo por una foto donde él y mi madre están juntos con Vanessa.

-¿Y tú?

-Ah, todavía no nacía. Quizá mi mamá apenas estaba embarazada, eso supongo.

-Me emociona tanto que hayas encontrado a tu familia. Aquí de todo ha pasado: el supuesto suicidio de Milán, la desaparición de Quirina, el extraño comportamiento de Paladia...

-Wiri wiri wiri ¡No te entiendo nada! Explícame las cosas, sé muy poco de eso. Estuve con Terry hace rato pero apenas me explicó. Estaba cansado por el evento y no quise preguntar.

-Si perdón, lo olvido. Bueno pues, hoy encontraron a Milán ya sin vida en su habitación, al parecer fue un suicidio pero yo tengo mis dudas. Quirina desapareció desde ayer por la tarde, dejó un carta donde decía se iría, creo que ya se lo había dicho hace tiempo al señor Richard. Paladia parece no importarle nada de lo que pasa, hoy recibió visitas de una amiga y han estado riendo a carcajadas, sólo estuvo un momento en el salón de la velación. Esto es raro, pero todos hemos tenido tanta paz.

Primaveras en Diciembre (INCOMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora