17.-

158 36 4
                                    

Ulises estaba esperando a Emilia desesperado en el hostal, tenía la esperanza de que está vez ella si cumpliera su promesa.

Antonia se acercó a él pues lo miro impaciente, sonrió y se sentó a lado de él:

—¿Esperando a alguien?— pregunto Antonia con una sonrisa

— Si, a una amiga que según llegaba en 5 minutos — respondió Ulises mirando su teléfono

— Bueno pues si tu amiga no llega y quieres divertirte está noche, estaré en el sous sol, hay una fiesta y pues iré sola — dijo Antonia caminado hacia la salida

Ulises pensó unos segundos, Emilia llevaba una hora sin llegar y tal vez, no llegaría así que se levantó rápido y alcanzó a Antonia.

(...)

Keiko, Claudio y Gabe habían bailado hasta que les doliera los pies y habían bebido demasiado; Claudio y Keiko se sentaron en una mesa mientras Gabe seguía bailando con su nueva conquista.

— Creo que fue demasiado baile y demasiadas copas — dijo Keiko riendo

— Nunca es demasiado para mí — respondió Claudio con una sonrisa mirando a Keiko

Keiko se fue acercando poco a poco a Claudio y la distancia la corto entre sus labios y la de él. Lo beso pero Claudio no correspondió a la primera.

Después la volvió a besar hasta que el aire les faltó, se separaron y sonrieron.

— Ven, vámonos — dijo Keiko jalando a Claudio

Claudio y Keiko salieron de la fiesta y se subieron a la camioneta de Claudio dónde comenzaron a besarse sin importar que.

(...)

Emilia entro al hostal demasiado cansada, busco a Ulises por todas partes pero no lo encontró, se acercó a uno de sus compañeros y le pregunto por él.

— Ulises se fue hace 45 minutos — dijo el chico

—¡Carajo! ¿Me prestas tu teléfono?— pregunto Emilia desesperada

— Si, toma

Emilia tomo el teléfono y comenzó a marcarle a Ulises pero él la mandaba a buzón, le regreso el teléfono al chico y de la nada, escucho una voz detrás de ella.

— Linda chaqueta....

Emilia reconoció la voz de Alicia, la miro petrificada y con un poco de odio, estaba en una mesa sentada junto a una botella de Champagne.

—...¿Regalo de tu nueva mamí? — dijo Alicia con una sonrisa 

Emilia miro la botella y se acercó a la mesa de Alicia con demasiado odio y tristeza a la vez, sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas.

— Esa botella de champagne vale $1000 dlls, usaste mis ahorros para comprarte eso — dijo Emilia con un nudo en su garganta

— Edición limitada — dijo Alicia y tomo de su copa sin dejar de ver a Emilia

— Lo prometiste, prometiste tomar tus medicamentos y mírate ahora. Eres un desastre — dijo Emilia

—¡Ya estoy harta de eso! Estoy bien — grito Alicia llamando la atención de todos

— No tengo tiempo para esto — dijo Emilia entre dientes y comenzó a caminar a la salida

Alicia se levantó de su lugar y siguió a Emilia sin dejar de gritar.

—¡No me ignores, sigo siendo tu madre! — grito Alicia

—¡Basta!

—¿Qué, qué Emilia? ¿Te estoy avergonzado? Te avergüenza que sea tu madre. Desearías haber sido más amable conmigo

Hasta donde tú estés Donde viven las historias. Descúbrelo ahora