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2 semanas después:

Emilia se preparaba para un día más de entrenamiento, se puso su traje de patinaje y también tomo su medicamento.

Martina entro al cuarto de Emilia y sonrió — Hola, mamá ya está volviendo. Fui lindo tenerte estás semanas en casa ¿Podrías quedarte más tiempo?— dijo Martina con esperanza de que aceptará

Emilia sonrió — Sabes que no puedo

Escucharon que la puerta se abrió y salieron de la habitación, encontrando a Alicia y Mich entrando a casa con maletas.

Mich miro a Alicia — Pondré tus maletas en tu habitación — dijo

— Hola mamá — Martina se acercó a Alicia y la abrazo

— Hola cariño, me alegra estar en casa — dijo Alicia con una sonrisa

—¿Cómo estuvo el....

— Psiquiátrico, puedes decirlo. Estuvo bien, fue difícil encontrar los medicamentos correctos — dijo Alicia riendo

—¿Mamá....

— No te preocupes, tuve excelentes terapeutas que me cuidaron muy bien — dijo Alicia

Emilia observaba la plática sería mientras estaba apoyada en la pared, Mich paso a lado de ella y se acercó a Alicia.

—¿Emilia? Que bueno que estés en casa — dijo Alicia con una sonrisa

— Nunca dejaría a Martina a cargo de uno de tus novios — dijo Emilia mirando a Mich con desagrado

Alicia se puso incómoda y Mich alzo una ceja — Yo me lo merezco, no tu. Llevarías a Martina a la pista, quiero hablar con Emilia a solas— dijo Alicia

Martina se despidió de su madre y de Emilia, salió con Mich junto a sus maletas de entrenamiento. Emilia y Alicia quedaron solas en la casa.

— Se que no me creerás y estás en todo tu derecho pero esta vez será...

— Distinto. Siempre lo dices — dijo Emilia

— Ya es diferente. Quiero comenzar de nuevo, si me permites contigo

— No tienes dinero para nada, no tienes empleo, tienes demasiadas deudas y no tienes tu medicamento — dijo Emilia enojada

— Estoy llendo a un terapeuta, enserio quiero comenzar de nuevo — dijo Alicia

— No, tu vida es una serie de nuevos comienzos, después de tiempo no significan nada y no pienso estar de nuevo en ella por qué salgo mal — dijo Emilia y salió de la casa dejando a Alicia sola

(...)

Keiko intentaba abrocharse las agujetas de sus patines pero no podía ya que se había lastimado su rodilla, entro Claudio al Pinecrest y Keiko lo llamo.

—¡Daves! ¿Me podrías ayudar a abrocharlos? No puedo hacerlo con la rodilla lastimada — dijo Keiko

Claudio suspiró y se acercó a Keiko, se agachó a la altura de los patines y comenzó a atar las agujetas.

—¿No era la cadera?— dijo Claudio confundido

— Lo es pero intentando no exigirle, termine lastimando la rodilla — dijo Keiko

—¿Por qué sigues patinando?— pregunto Claudio

— Toda la iglesia vendrá a verme a la estúpida etapa de exhibición, quizá sea la última vez que mi abuela me vea patinar y sinceramente, si me tomo un descanso, no hay manera de que clasifique para 2022 — dijo Keiko

Hasta donde tú estés Donde viven las historias. Descúbrelo ahora