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También te dedico un capítulo aquí   UmbraBlack ¡Feliz, feliz no cumpleaños! 😂 😉 me entiendes jajaja. 😘
Cap (2/4)

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Tocó a la puerta de Howard, su otro socio. Giró la manija cuando recibió el visto bueno para entrar y se sorprendió cuando se dio cuenta de que Howard no era el único dentro de la oficina, también había ahí un joven de aspecto encantador. Cabello castaño, ojos azules y sonrisa dulce.

—Lo siento, no sabía que estabas ocupado — se apresuró a decir.

—Para nada, pasa adelante — Howard le señaló la silla libre frente a su escritorio. —Permíteme presentarte a mi hijo, Maxwellth.

El joven sonrio amigable y le tendió la mano. Por supuesto que Stephan no lo rechazó. Tampoco le sorprendió el apretón firme que recibió.

—Solo Max por favor— no sabía que tenía ese joven para causarle una simpatía instantanea. Quizá era la franquesa en sus ojos o la dulzura en sus razgos— Y es un gusto

—Soy Stephan Knightley y el gusto es mio.

—He oído cosas muy buenas de ti. Papá y su socio estaban muy felices de que te unieras al bufete.

—Pero por supuesto que estabamos felices. Con la increible reputación que Stephan tiene, lo queriamos trabajando con nosotros. Con lo difícil que es encontrar socios competentes estos días que de verdad sientan pasión por las leyes y no solo vayan detrás del dinero.

—Eso no voy a discutirlo, amo lo que hago— Se ganó otra sonrisa del chico. Fue entonces que vio el destello dorado en la mano izquierda de Max. Había una alianza matrimonial ahí, lo que era increible, se veía bastante joven, quizá a mediados de los veinte. —¿Tú también eres abogado?

—Lo soy, si, pero vivo en California con mi esposo y mi hija.

Okey, eso si que era una sorpresa pero no de una mala manera, sino el tipo de sorpresa que te hacía darte cuenta de los cambios positivos que estaba teniendo el mundo, porque unos quince o veinte años atrás, alguien como Max no hablaría tan fácilmente sobre su esposo y la hija que tenía con él.  Además de que eso significaba que si se en algún momento decidiera decirles a sus socios que era bisexual, no creía que recibiera una respuesta negativa, al menos por parte de Howard.

—Eso es maravilloso— y lo decía con sinceridad. —Me sorprende que no hayas decidido asociarte con Howard.

—Lo intenté, le suplique de rodillas— bromeó el padre del joven haciéndolo reir.

—Fue una posibilidad, pero resulta que ya tengo una vida en California. Además de que Daemon, mi esposo, tiene un buen empleo en una empresa automotriz, así que de momento estamos muy bien allá. Y de cualquier manera, papá tiene bien cubierta la espalda aquí, contigo y con Beuford.

—Bueno, puedes estar seguro de que haré todo lo posible para que mi presencia aquí sea justificada.

—No me cabe duda...

Unos golpecitos en la puerta los interrumpieron, entonces esta se abrió y un hombre joven de cabello oscuro y ojos igualmente oscuros entró. Llevaba una mochila cargadora al frente en dode una preciosa y rogordeta bebé de quizá dos años o más empezó a mover las manos en cuanto vio a Max.

Una Lección De Amor (Suerte #7.7)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora