onze

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Harry regresa a su casa con varias bolsas de supermercado sujetas por ambas manos, y están tan pesadas que en algún instante han empezado a hacerle daño.

Se ha quejado en silencio durante todo el camino porque el empleado que le ha empacado las compras las ha puesto muy cargadas, y es una verdadera suerte que las haya forrado doble porque de lo contrario ya se hubiesen roto en el fondo a mitad de camino y ahí sí tendría un gran problema.

No le queda mucha distancia, el edificio en el que vive está cubierto por una dulce capa de nieve y está seguro de que él se encuentra igual. Soporta la temperatura por la bufanda que lleva alrededor del cuello, que es de Louis y tiene su agradable y aún desconocido olor.

Suspira en la tela, y aunque no quiere pensar en eso, está emocionado por la visita que le hará en una hora y media. Incluso ha sacado de su armario la ropa más bonita que ha podido usar jamás, y en el camino ha pensado en las diferentes formas de peinar su cabello o si usará un gorro para protegerse del frío.

Sube las escaleras de su edificio, se encuentra con Ed que parece estar saliendo de su casa, y le dedica una pequeñísima sonrisa, y ruega en su mente que no inicien una conversación porque tiene prisa, aún debe ducharse y arreglarse. Cielos, el tiempo pasa muy rápido y no puede darse el lujo de perderlo.

—Buenas noches, Harry— Le saluda el alfa de pelo anaranjado.

Harry sonríe a medias, se siente agotado, le pesan las bolsas en las manos.

—Hola, Ed.

—¿Necesitas ayuda?

—No, gracias. Puedo hacerlo.

Ve a Ed asentir, espera a que se retire de su camino porque la escalera es estrecha, y tanto él como el otro alfa son demasiado anchos para el diminuto espacio que tienen, y es uno o el otro, y ruega en su mente a que cruce ya. Pero aparentemente no tiene intenciones de eso todavía.

—Disculpa si te molestó que le diera el número de tu piso a ese omega— Le dice. —Me dijo que era urgente encontrarte.

Lo era, sí, Harry aún tiene viva la piel que se entrelaza con la de Louis. Se encoge de hombros.

—No pasa nada. Gracias de todas formas.

Quiere marcharse.

—¿Es tu omega?

—No.

—¿Aún no lo es? hueles a él.

A Ed se le escapa una risita pícara y es tan poco gracioso que el rizado termina frunciendo tan solo un poco. Es amable, no quiere decirle que no es de su incumbencia lo que pase entre él y Louis, que sí huele a él o no lo hace, es algo suyo, pero decide relajarse. Ed siempre ha sido bueno en la medida de lo posible y aún no ha demostrado ningún afecto físico por él.

Eso es bueno, Harry siempre está tranquilo por eso.

—¿Seguro que no quieres que te ayude?

Harry niega.

—Tengo algo de prisa, Ed— Sonríe a medias. Incómodo. —Nos vemos luego.

—Es muy bonito, el omega. Suerte con él. Adiós, Harry.

Y entonces hace esto de bajar dos escalones hasta quedar en frente de él, y no se lo espera, no está ni cerca de anticipar el momento en el que Ed alza el puño y golpea a Harry en medio del hombro. Siente su propio músculo encogerse, ahoga para sí mismo una mueca dolorosa y evita cerrar los ojos.

Ha sido fuerte, de verdad le ha dolido y el alfa que le ha agredido tiene una enorme sonrisa. Y Harry respira.

Respira porque Ed no tiene idea de lo que significa lo que acaba de hacer, porque había olvidado que es como todos los alfas del mundo, que no sabe cuánto daño acaba de hacerle a Harry y es tan inconsciente que en el pecho le molesta, e inhala, y no puede exhalar, le palpita en donde le ha golpeado y solo deja salir el aire cuando el otro alfa desaparece de su vista.

Cruel World ✦ omegaverse [ls] | ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora