Underdarkness Sans 14/16

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•° Narra A-Chan ♥

Click Clack...Click Clack...Click Clack...

Medianoche...las manecillas del reloj roñoso de madera que se encontraba en la sala de estar producía un ligero eco siniestro entre la oscuridad del lugar...

Click Clack...Click Clack...Click Clack...

Es curioso, como si se tratase de una señal...pues no eres capaz de conciliar el sueño por mucho que lo intentaras, las sábanas del polvoriento colchón ya estaban caídas a un costado de tu cuerpo del odioso momento por querer recostarte en una cómoda posición que no hiciera que tu brazo se quedase medio dormido por las extrañas posiciones aleatorias que hacías para aliviar la tensión de tus músculos. Una sensación pesada se tensaba en tu estómago, no podías comprender que te sucedía específicamente esta noche...y no se trataba que no tuvieras sueño para dormir, en realidad, estabas agotada, tanto física como mentalmente, por lo que no tenía sentido que una parte inconsciente de tu cerebro estuviese provocando toda esta situación que te hacía estar malhumorada.

Quizás deberías despertar a Sans, que tras tanto protestar el muy cabrón se había quedado dormido a tu lado con esa condenada sonrisa de satisfacción plantada en su rostro, obviamente eras quien quería mantenerse alejada de este bello durmiente. Si dormir fuese una competición, este cabeza hueca se llevaría la medalla de oro...pero sería demasiado perezoso para luego ir a reclamarla.

Vale...ese último pensamiento puede que te hiciese algo de gracia, la imagen de alguien de su tamaño descomunal participando en una absurda competición fue mucho para ti. Inevitablemente ya estabas sonriendo sintiendo tus pómulos elevarse en contra de tu voluntad, en resignada tenías la tentación de darle a Sans un ligero golpe en su cráneo como reprimenda por estar tan audazmente en tu mente incluso en los momento más inoportunos...aunque mejor no, ya que parecerías una "Tsundere" y no ibas a cruzar esa línea. Prefieres quedarte como una chica de humor extraño que en ocasiones parecía aceptar los coqueteos de determinado monstruo y simplemente devolverle a veces esas palabras atrevidas para verle nervioso...algo que nunca sucedía, pero sí provocaba una sonrisa genuina que merecía la pena de ver. Es decir, tenías la corazonada que no lo hacía en mucho tiempo...a pesar de estar la mayor parte del tiempo sonriendo...y bueno, resultaba un entretenimiento estando encerrada en un lugar de leyenda para el mundo de los humanos.

...

...

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...

Entonces fue cuando sucedió.

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...

Los ruidos de las manecillas del reloj se habían detenido...tu respiración se enganchó en tu garganta ante un ligero temblor de tus piernas, desconocías el motivo de tal estado, el motivo que te impedía dormir como deberías...querías pensar que se trataba de insomnio, algo que te había dado por esta noche y retenía tus horas de sueño.

Por lo que decidiste ir al piso de abajo a buscar un poco de agua, empujando a un lado el brazo huesudo que se hayaba posado sobre tu cintura...hecho que te hizo resoplar ante el pensamientos de que incluso dormido buscaba mantenerse cerca tuyo, que irónico que parecía que nunca podrías deshacerte de tu querido monstruo.

Fue más complicado de lo que creías, sus falanges se clavaban en tu piel con el cuidado de no lastimarte...dando unas tenues caricias en los costados de tu vientre haciéndote suspirar por el extraño calor que te provocaba ante tal acogedor gesto de su parte, fue un poco molesto para ti el abandonar esa sensación reconfortante...

En otras circunstancias te habrías quedado tratando de quedarte dormida por todos los medios, pero ese vaso de agua se hacía cada vez más apetecible...tu garganta estaba seca, por lo que tus pasos en el pasillo se volvieron más apresurados entre la moqueta que envolvía tus pies descalzos, estabas tan centrada en tu "misión"...que la forma de una sombra prominente que estaba detrás de ti pasó desapercibida por la oscuridad nocturna completamente inerte.

Fue cuando una presión en el pecho casi semejante a la magia de Sans retuvo tus andares...el jadeo silencioso que escapó de tus labios resulto un sonido apenas audible que no obstante fue suficiente para que el alma de cierto monstruo somnoliento abriese sus párpados inundando por el pánico por ese desgarre que sentía atravesandolo...

Inmediatamente atravesó la puerta de su propio dormitorio siendo testigo de una escena que no esperaba ver tan pronto...

Su hermano menor teniendo bajo control cada uno de tus movimientos...esa expresión de miedo en tus ojos le hizo gruñir semejante a un animal salvaje por lastimar a su compañera...

- Cuánto tiempo sin verte Sans.-

...

La hora había llegado

...

Y francamente no estaba preparado en absoluto

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