I could fall in love; n.h. [En edición]

XXVI

—Esto no va a funcionar— fruncí el ceño claramente estresada ante mi nula habilidad en esto.

Como era la costumbre, Niall me tenía a las siete de la mañana en el campo de golf intentando por milésima vez que aprendiera a jugar y no es que no lo intentará, me había aprendido cada regla e información teórica que fuera necesaria para este juego, pero al parecer cuando es momento de coordinar mi cuerpo con lo aprendido simplemente era un completo fracaso.
Y lo que más me causaba conflicto era el hecho de que no era mala en los deportes, le había ganado tantas veces a Louis y Niall en el fútbol, había formado parte del equipo de voleibol en la preparatoria, incluso llegue a jugar básquetbol y softball por Jean, pero al parecer Dios olvido darme habilidades para el deporte que más le apasiona a mi novio.

—Eres un completo fracaso— la mano de Deo se posó en mi hombro, ambos llevaban casi una hora buscando la manera de enseñarme y al parecer ya se habían rendido.

—No tienes que decirlo, desde el primer día me di cuenta— hice un puchero mientras cruzaba mis brazos sobre mi pecho y miraba a Niall acercarse a nosotros con una gran sonrisa en sus labios que solo aumentaban mis ganas de golpearlo.

—Cariño, no es posible que después de tantas lecciones que te hemos dado no puedas jugar— era evidente sus ganas de reír, sin embargo, intentaba disimularlo, aunque con poco éxito.

—No es lo mío— me encogí de hombros y le entregué el palo que me habían dado —Aparte, es deporte de viejitos— bromee haciendo que ambos rodaran los ojos y negaran en completó desacuerdo.

—Si eres así de mala, apuesto que te gano en cualquier otro deporte— Deo bajo la mirada a mí y solté una risa ante su seguridad.

—No lo creo, Jean me tuvo detrás de balones desde los cinco— levanto una ceja y Niall asintió de acuerdo con mi comentario.

—No te metas ahí, Louis perdió cien libras pensando lo mismo— Niall se veía bastante entretenido ante la situación y sonreí orgullosa al recordar aquello.

—Vamos chicos, terminen para poder ir a comer algo— pedí y asintieron para volver a lo que estaban.

Pasamos la mañana junto a Deo y un par más de sus amigos, desayunamos juntos y todos platicaron y bromearon por algunas horas de un montón de cosas. Antes de llegar al departamento hicimos una breve pero necesaria parada al supermercado.

Un suspiro salió de mis labios cuando cruzamos la puerta del departamento y caminé directamente al sillón con Niall detrás mío, mis pies dolían y mi cuerpo pedía a gritos recuperar las horas de sueño que Niall me había hecho perder levantándome a las seis de la mañana, cuando me recosté pude sentirlo a mi lado y una de sus manos pasaba por su pelo claramente igual de cansado.

—¿Tienes mucho que estudiar?— asentí en un ligero y vago movimiento.

—Tomare una ducha y tal vez duerma una hora— pase mis manos por mi rostro mientras me sentaba a la orilla del sofá —¿Vas a salir?— sus ojos estaban en su celular y negó dejándolo a un lado.

—No, te haré compañía y tal vez haga un live más tarde mientras espero a que termines— me dio una pequeña sonrisa antes de echar su cabeza hacia atrás y cerrar los ojos por un momento.

—Bien, iré a ducharme— me acerque y deje un rápido beso en sus labios.

Media hora después ambos habíamos salido de la ducha y estábamos en el comedor, yo con la laptop frente a mí, un par de libros y algunas hojas donde estaba anotando todo lo necesario, recordatorios y referencias mientras que Niall estaba a un lado hablando por teléfono con no sé quién y escribiendo garabatos sobre una hoja.