LXII

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Fruncí el ceño al sentir tanto espacio en la cama, mi mano tanteo a un lado verificando que estaba sola y el lado de Niall estaba frío, lo que significaba que llevaba un rato de haberse levantado.

Mis pies y mi espalda dolían, estragos de lo que fue una buena noche en la fiesta que se organizó solo con días de anticipación por algunas personas de mi clase y que termino siendo más grande de lo que esperábamos.

Pestañee un par de veces antes de acostumbrarme a la luz que se colaba por las cortinas y los ligeros rayos que golpeaban en mi rostro.

Fue un gran día a pesar de no haber sido tan glamuroso como la fiesta y ceremonia de graduación de la universidad, fue lindo, el lugar para eventos de la institución sin duda era precioso y la manera en que la decoración había quedado le dio un buen toque mientras que la fiesta fue completamente divertida.

Incluso fue un buen día para Niall, no se había sentido mal y había despertado de tan buen humor por eso que llegué a pensar que sería yo la que cargaría con los síntomas del embarazo, pero gracias al cielo no fue así.

La imagen de Niall siendo un novio orgulloso se mantenía en mi cabeza, aplaudiendo y levantándose a tomar fotos con una gran sonrisa sobre sus labios mientras se veía jodidamente guapo en un traje azul marino con una camisa blanca debajo y los primeros dos botones abiertos.

Por supuesto que Julia estuvo ahí, ella también llevaba merito en todo esto al igual que Deo, aunque él se dedicaba a empeñarse a sacarme los fines de semana, distraerme y hacerme reír, Julia a hacerme compañía y ayudarme a estudiar, no habría otras personas en las que hubiera pensado para traer en un día tan importante.

Empezaba a acostumbrarme a esto de no tomar alcohol en las fiestas y divertirme viendo a todos borrachos y riendo ante las cosas que dicen y se les ocurren en aquel estado, sin duda Deo borracho siempre es un espectáculo, Julia no solía llegar a puntos tan extremos pero sí era más risueña y empezaba a decir el mundo de ideas que venían a su cabeza, esta vez Niall no tomo tanto y como últimamente empezaba a hacer así que a pesar de que podía verse con sus mejillas sonrojadas y su risa podía escucharse desde lejos no termino bailando sobre una mesa junto a Deo.

Terminé mirando la hora en el reloj que Niall había usado la noche anterior cuando me di por vencida en la búsqueda de mi celular, seguramente estaba en la sala. Mi ceño se frunció de nuevo al darme cuenta de que solo eran las diez de la mañana, no esperaba que saliera de la cama tan temprano.

Inhalé y me senté al borde de la cama, pero antes de salir de la habitación me detuve a levantar el desastre de ropa que había regada alrededor de la habitación, dejándola sobre la mesa de noche y dando una rápida parada en el baño para lavar mi cara y cepillar mis dientes.

Una ligera sonrisa se formó en mis labios al escuchar ruido en la cocina y mi sonrisa se hizo más grande al verlo de espalda y con solo unos pants, dejando a la vista el borde blanco de su bóxer con letras en negro.

—Dios, que buena vista— recargue mi espalda baja en el borde de la isla de la cocina mientras mis manos tomaban mi pelo en una coleta y mi mirada estaba puesta completamente en él.

—Buenos días— me miro sobre su hombro, una sonrisa estaba sobre sus labios y me dediqué a mirar su espalda por unos segundos.

—Buenos días, guapo— murmuré y me coloqué a su lado, deseosa de su atención —Pensé que no saldríamos de la cama hasta más tarde— admití.

—No, no quiero que te saltes alguna comida y menos ahora— me extendió un plato con algunos hotcakes —Lo siento nena, pero nuestros tiempos de levantarnos hasta tarde y dar dos comidas en una han terminado—

I could fall in love; n.h. [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora