No puedo dejar de pensar en ti

Capítulo Diez

Todos tenemos a esa persona que recarga nuestras vidas con su sonrisa.

Me cubrí con las sábanas de mi cama hasta ocultar por completo mi cuerpo bajo estas, puedo escuchar la suave voz de mi padre desde ella. No me sentía capaz de ir al instituto conociendo a los chismosos que estarían enseguida sobre mí para juzgarme con sus miradas y hablar a mi espalda.

—Vero... —escucho los pasos de papá ingresando a la habitación.

—No quiero ir. —respondo encogiendo mi cuerpo sobre la cama.

—Esta bien linda, mamá ha dejado el desayuno en el microondas. —hace un pequeño agujero entre mi escondite, asomando su rostro—. Cualquier cosa, no dudes en llamar. —besa mi frente y yo asiento.

Papá sale de mi habitación e ingresa Blue anunciando su llegada desde la puerta principal. Puedo sentir como tira de las sábanas en cuanto ingresa a la habitación hasta sacarlas por completo de mi cuerpo.

—Veronica. —gruñe, tomando mis manos, obligándome a sentarme en la cama—. Tú no eres así.

—No quiero... —musito formando un puchero.

—Tu eres una chica fuerte, que no le teme a nada ni nadie. —ella posa ambas manos sobre su cintura y me mira detenidamente—. ¿Dónde esta la chica que golpeó a Simon? ¡Vamos! Eres capaz de golpear a más personas con tu mirada.

Suelto una suave risa por sus ocurrencias. Ella siempre lograba subirme el ánimo.

—¿Y si nos metemos en problemas? —indago divertida, saliendo de la cama.

—Golpeamos al director. —responde soltando una fuerte carcajada.

Su fuerte risa me hace reír a su lado antes de rodearla con fuerza. No era una casualidad que ella se transformara en mi mejor amiga.

—Bien, bien. Golpearemos a todo aquel que se interponga en nuestro camino. —le digo rompiendo el abrazo, dirigiéndome a buscar algo para ponerme.

—Te tengo una noticia. —informa Blue, sentada en el borde de mi cama.

—Dime. —respondo tomando mi ropa interior.

—Ayer salí con un chico —la miro con los ojos abiertos sorprendida, mientras trato de buscar rápidamente que ponerme para expresarle mi emoción—, pero no cualquier chico amiga, se trata de Cole Garry.

Termino de buscar la ropa antes de mirarla totalmente sorprendida, no podía creerlo. Cole Garry era el capitán del equipo de lacrosse, se ha mantenido libre durante el año pasado y a inicios de este, pero se ha rumoreado que ha salido con todas las porristas. Blue siempre ha tenido un flechazo por el chico —sin mencionar su obsesión con otros más y hasta el mismo Mateo—, pero nunca se ha animado a hablar con él por vergüenza.

—¿Cómo sucedió? —indago sin salir de mi sorpresa.

—Cuando te llevaron a dirección él se acercó a entregarme una rosa, con una invitación a tomar un helado. —explica con una amplia sonrisa en sus labios.

—¡Era con quién estabas al llamarme! —chillo recordando su emoción en la llamada.

—¡Exacto! Todavía no puedo olvidar el hermoso momento que pasamos juntos. Siento... que conectamos. Ambos nos hemos llevado bien o bueno, eso me gustaría pensar. —Blue rápidamente toma una almohada de la cama y la abraza.