Capítulo Cuarenta y Siete

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Masha mira a Mateo con una expresión cercana a la indignación y molestia cuando observa el puesto al que decidió traernos a comer. Si bien, él dijo que su comida es exquisita y es su restaurante favorito, nunca le mencionó a la extravagante morena que es un pequeño puesto en una esquina de alguna de las cuadras de Londres que vende emparedados solamente de carne y bebidas gaseosas.

Contengo las ganas de reírme a carcajadas en plena calle cuando veo la mueca disgustada en su rostro al escuchar que la única opción de emparedado vegetariano es pan con lechuga y tomate. Mateo a mi lado me extiende su emparedado y acepto gustosa su invitación mientras ambos miramos a la chica sufrir un ataque. Bebo de la botella de coca cola que sostengo en mi mano, el burbujeante gas de la fría bebida es exquisita en mi paladar.

-Sus emparedados son deliciosos. -le comento a Mateo sin quitarle un ojo a Masha.

-Logan lo encontró de casualidad y pensé en traerte cuando tuviera una oportunidad. -responde el pelinegro antes de darle un mordisco a su comida estirando sus labios con un lindo puchero.

-Gracias por traerme. -contesto antes de morder su emparedado.

-La idea inicial era venir juntos. -comenta Mateo.

-¿Cómo una cita? -mi corazón se acelera al realizar esa pregunta.

-Como una cita.

Masha se acerca cargando en su mano un emparedado relleno de lechuga y tomate, tal como le ofreció la vendedora junto a un vaso de agua. En esta ocasión la mueca se forma en mis labios mirando el horrible almuerzo que tendrá la chica, pero tampoco soy culpable de lo que le está sucediendo. Mateo a mi lado es indiferente a la furiosa mirada de la morena cuando llega a nuestro lado.

-Confíe en ti. -le reclama molesta.

-¿No te enseñaron a no confiar en los desconocidos?

Esta vez las carcajadas son imposibles al ver la expresión en el rostro de Masha Clare, me sostengo con mi mano libre de un poste de luz tratando de mantener el equilibrio debido a las estruendosas risas que se escapan de mi boca que se ven en aumento cuando si rostro se gira a mirarme indignada.

-Dime que iremos a comer a un lugar decente. -le ruega la chica despegando lentamente su mirada de mi cuerpo.

Disminuyo un poco el volumen de mi risa cuando las personas que están en el puesto de emparedados giran a mirarme confundidos por el escándalo que he formado. Apoyo la botella de coca cola contra mi estómago tratando de sostenerlo y respirar con tranquilidad.

-Yo ya estoy comiendo.

La respuesta de Mateo solo hace que mis carcajadas que estaban disminuyendo se vean aumentadas de inmediato. Trato de tranquilizarme ya que sigo riéndome de esta forma de Masha lo más seguro es que no quiera responder con sinceridad a ninguna de mis pregunta con respecto a Simon. La chica le da una mordida de mala gana a su comida, aclaro mi garganta dispuesta a hacer mi primera pregunta, pero ella me detiene elevando su dedo.

-Hablaré con él. -señala a Mateo.

Giro mis ojos cuando ella mira a Mateo atenta a lo que él tenga por decirle.

-Nosotros no tenemos nada de que hablar. -responde mirándola y luego a mí por sobre el cuerpo de Masha-. ¿Quieres uno? -pregunta elevando el envoltorio vacío.

Asiento viéndolo alejarse a la cola emocionado por comer otro de esos emparedados. Logan tiene un muy buen gusto en cuanto a comidas, los dos lugares que fueron recomendaciones suyas tienen platillos excelentes que no son nada costosos. Masha suspira mirándome aburrida dándole otro mordisco a su comida.

No puedo dejar de pensar en tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora