꒰꒰ ❛ ❏ the perks of being a wallflower. ༉◜🔭⋆彡ᵎ ִֶָ and in that moment,
i swear we were infinite...━━━━━━━━ ❨✩❩ grace ༉
LOS SOLLOZOS Y LAS LÁGRIMAS NO SE DETENÍAN, no podía despegar su rostro de entre las palmas de sus manos, encogida en aquella incómoda silla de hospital junto a la cama de Charlie.
Se encontraba de camino a la casa del muchacho, leyendo su libro favorito en el autobús, cuando la hermana mayor de Charlie la había llamado porque su hermano había tenido una ❛ recaída ❜, y aquel código solo implicaba que debía alcanzarlos en el hospital. De aquello había transcurrido algunas semanas.
La partida de su amiga Sam. El intento de suicidio. Los recuerdos suprimidos del abuso causado por su tía. Grace no lo podía creer cuando los padres de Charlie se lo contaron, destrozados.
El muchacho se encontraba dormido, ajeno al corazón de Grace desbordando lágrimas de dolor, o eso es lo que creía ella al obtener un par de horas sola con él.
—Grace, linda... —murmuró, sentándose contra las almohadas.
—Hola, dulzura —sorbió la nariz, limpiando su rostro—. Perdón por despertarte.
—No pasa nada —le restó importancia a la par en que le hacía un espacio en la cama a su lado derecho—. Sube, quiero contarte algo.
Grace asintió aturdida, quitándose los botines y recostándose contra el cuerpo de Charlie, el brazo del pelinegro rodeando su cintura con familiaridad, estrechándola contra su costado.
—He estado pensando...
—Esa no es ninguna novedad, dulzura —interrumpe Grace con una sonrisa burlona, picando con suavidad sus costillas para crear una sonrisa también en él.
—Hemos estado en esta relación durante dos años, tenemos ahorros suficientes, y cuando nos graduemos...
—¿Qué estás proponiendo? —interrumpió. La morena no buscaba inventarse una expectativa descomunal, por lo que suprimió aquellos pensamientos con una expresión curiosa.
—Imagínate ser joven y estar enamorada en New York —la chica está a punto de interrumpir por segunda vez, pero un beso robado por parte de Charlie le corta las palabras—. Espera, déjame hablar —Grace asintió, expectante—. No se quién soy, pero sé que estaré bien mientras estés conmigo, no me importaría tener que esperarte si es lo que quieres.
—Me parece que seré yo la que tendrá que esperarte —sonrió, dando una fugaz mirada a la habitación de hospital—. Pero, dios, sí... Estar borracha y enamorada en New York, eso me lo puedo imaginar a la perfección —su mano derecha la acomodó sobre la de Charlie en su cintura, la izquierda posándola sobre el muslo del muchacho.
—Café de la mañana en medianoche, ardiendo a través de las horas hablando —Grace levantó una de sus cejas ante el arreglo de palabras del pelinegro—. Sabes que apesto bebiendo.
—Pero no fumando. Maldita sea —carcajeó, doblándose de la risa sobre el pecho de Charlie, consiguiendo caricias de él para tranquilizarla.
La adolescente logró hacer a sus pulmones volver a respirar, pasando mechones desordenados detrás de sus orejas, mirándola con ternura y amor.
—No te lo había dicho nunca, pero me agrado mucho más cuando estoy contigo.
—¿Qué? —las comisuras de sus labios se elevaron involuntariamente en una sonrisa, al igual que sus ojos se cristalizaron sin permiso.
—Supe desde el primer momento que me quedaría por mucho tiempo, porque...
—Yo también me agrado más cuando estoy contigo, dulzura —había detenido los labios de Charlie colocando sus dedos sobre ellos, acercándose para mirarlo a los ojos y sentir sus narices rozando—. No sé qué es, pero tengo este sentimiento...
—Por favor dime que no vas a vomitar.
—¡No, cierra la boca! —se separó empujando sus hombros juguetona, sintiendo un sonrojo avecinarse—. Solo... Te amo, Charlie. Despertaría a tu lado en esta cama, por el tiempo que te quedes aquí. En cualquier lugar.
—Juro que esta habitación no tiene techo —guiña el ojo hacia ella, incitándola a acostarse en la cama con su completa atención al techo, mientras Charlie apagaba la luz—. Si nos acostamos, dejemos pasar el día. Cuando ponía las estrellas no pude dejar de pensar en ti. No podemos salir a admirarlas, pero podemos hacer el intento —y ahí, pegadas aleatoriamente, se encontraban pequeñas estrellas color verde neón, brillando en la oscuridad. Grace siempre las había amado, incluso había estudiado sus nombres y constelaciones; ahora quedó callada de la impresión—. Podría hablar demasiado, ¿Qué opinas?
—Puede que tenga que decirte algo —divagó en tono juguetón—. Dios, Charlie, estamos aquí para estar por ti y encuentras la forma de hacer algo precioso para mí, ¿Eso me hace una mala novia?
—No si eso significa que me devolverás el gesto leyendo para mí —enredó sus brazos alrededor de la cintura de la morena, volviendo a estrechar sus cuerpos e iniciando un dulce beso, siendo interrumpidos por el sonar del teléfono de Grace.
—Lo siento, dulzura —apagó la alarma deslizándose de sus brazos. Soltando un suspiro tomó asiento en la cama para colocarse sus botines—, tus padres solo me dieron una hora. Me tengo que ir.
—Espera, quédate un rato —una sonrisa bobalicona se plantó en su rostro, tomando su mano para detenerla—. Quédate aquí conmigo. Acuéstate conmigo una hora más. ¡Acabo de despertar!
—Char, tus padres también quieren pasar una hora contigo.
—De hecho, pasaron tres horas antes de que tú llegaras —argumentó—. Te adoran, y traerán pizza, puedes quedarte a cenar.
—No lo sé, dulzura —titubeó, pero Charlie se arrastró por la cama con sus rodillas, atrapando a Grace en un abrazo y dejando caer su cabeza contra su pecho—. Mira en quién me convertiste, no puedo decirte que no —aceptó derrotada, acariciando sus cabellos pelinegros.
—No le digas a Candace lo mucho que me consientes —bromeó, arrastrándola de regreso a él.
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𝐇𝐄𝐒𝐓𝐈𝐀 ៹ 𝗍𝗐𝖾𝗇𝗍𝗒 𝗌𝗈𝗇𝗀𝗌.
Aléatoire⌲ 𝗛𝗘𝗦𝗧𝗜𝗔 ◟⿻. 𝗅𝖺 𝗆𝗎𝗌𝗂𝖼𝖺 𝖾𝗌 𝗏𝗂𝖽𝖺 𝗒 𝗋𝖾𝗅𝗂𝗀𝗂𝗈𝗇 ༉ 𝗘𝗡 𝗗𝗢𝗡𝗗𝗘 . . . Hestia, gracias a un challenge al que fue nominada, escribe veinte one shots sobre...