𝐇𝐄𝐒𝐓𝐈𝐀 ៹ 𝗍𝗐𝖾𝗇𝗍𝗒 𝗌𝗈𝗇𝗀𝗌.

❛ 𝗍𝖺𝗄𝖾 𝖺 𝗁𝗂𝗇𝗍 ; 𝗿𝗼𝘀𝗮𝗹𝗶𝗲 𝗵𝗮𝗹𝗲.

꒰꒰  ❛ ❏ crepúsculo. ༉

◜🫖⋆彡ᵎ ִֶָ  i was a little
theatrical back then...

━━━━ ❨✩❩ samantha ༉

          DESPUÉS DE AÑOS ESTUDIANDO COMO SI FUERA LO ÚNICO EN LO QUE ENFOCARSE, por fin se había graduado de la universidad de Forks al mismo tiempo que los graduados de la preparatoria, por lo que ella y los adolescentes se encontraban en la fiesta que había ofrecido Alice Cullen en su hogar, bailando en la pista con uno de sus amigos, riendo y saltando.

—Necesito agua —suspiró con una sonrisa exhausta, después de haberse terminado la canción—. Vuelvo en un segundo.

A pasos tranquilos se dirigió a la cocina, donde sonrió en dirección a la de facciones de duendecillo abandonando el lugar. Entre sus manos agarró una botella de agua, y cuando iba en camino a la puerta, una figura masculina se topó en su camino.

—Hola, soy Mike Newton —sonrió, rascando su nuca con nerviosismo.

Samantha dudó, mirándolo con extrañeza. —Samantha Bennett.

—¿Estudias en el instituto de Forks? Nunca te he visto.

—Estudiaba probablemente cuando tú aún no habías entrado —sonrió burlesca—. Soy graduada de la universidad.

—¡Fabuloso! Yo me he graduado de la preparatoria.

—Felicidades —terminó la conversación tratando de marcharse una vez más, siendo su camino opacado debido a un moreno.

—Eh, Mike, ¿Quién es tu nueva amiga?

—Se llama Samantha —respondió el chico de rostro aniñado con una sonrisa, sin desviar sus ojos de la graduada.

—Eh, Samantha, ¿Que tal si te invito a a cenar? —la pelinegra esboza una sonrisa incómoda, dando un paso hacia atrás—. O un trago —balbuceó.

—¡Oye! —la exclamación de Mike la hizo brincar, luego de haberle tomado la mano y admirado los anillos de piedras en sus dedos—. ¿Estás en esa onda de bruja? ¿Cuál es tu signo?

—Detente —espetó, sacudiendo su mano del agarre, y girándose al moreno—. No estoy interesada, gracias —pero Newton saltó a su lado, interrumpiendo.

—Entonces cena conmigo. Soy demasiado amigable.

—Lo puedo notar —se remueve, pero los adolescentes no parecen tener la intención de darle paso—. Única advertencia, muchachos, fuera de mi camino.

—Solo queremos conocer gente nueva —se encogió de hombros el segundo chico, haciendo a la graduada rodar los ojos y tomar un vistazo a la entrada.

—Muy bien —volvió a suspirar. Los empujó contra la pared, manteniendo sus espaldas contra la estructura gracias a su magia—. ¿Por qué siempre me seducen los chicos que no me gustan? Siempre los veo venir desde la izquierda o derecha.

—No quiero ser odiosa —una de las antiguas alumnas de Forks, e hija en aquella casa, Rosalie Hale, hizo presencia, con una sonrisa burlona en su rostro, ocultando a los celos—. Solo intenta ser educada. Pero siempre parecen morder en el...

—No les recomiendo gritar o pedir ayudar —cortó Samantha, echando una mirada reprobatoria a la rubia, después de saber que los jóvenes habían salido de su estado de sorpresa—. Les romperé el cuello con la misma magia con la que los mantengo contra la pared. Les seré honesta, muchachos. Me tenían con un ❛ hola ❜, pero luego abrieron la boca y ahí es cuando todo se fue al sur.

—Cariño, creo que deberías de explicarlo en un idioma que ellos entiendan —se burló la rubia, acercándose a un costado de la bruja.

—Dejen de mirarme. Capten la indirecta. No, no pueden comprarme un trago. Déjenme decir lo que pienso —se acercó amenazante a ambos, sonriendo—. Creo que deberían de usar una menta.

—Pe–pero —habla el rubio, dubitativo, el miedo y pánico aún en su rostro—, solo queríamos invitarte a cenar. A conocernos. Ser solo amigos.

—Ustedes no querían ser ❛ solo amigos ❜.

—Supongo que todavía no lo entienden —Rosalie envolvió la cintura de Samantha con su brazo, pegando sus cuerpos para dejar un beso en la comisura de los labios de Bennett, volviendo su rostro altanero y soberbio a los adolescentes—. Así que vamos a empezar desde el inicio. Le preguntaste cuál era su signo, y te dijo que era ❛ detente ❜. Si tuviera una moneda por cada cosa que acaban de soltar, ustedes estarían aquí y nosotras en un yate.

—Dios, solo soy un par de años mayor que ustedes pero, ¿Qué diablos les sucede a los muchachos de ahora? ¿Qué pasa con el ❛ no ❜ no entienden? Así que díganle a su amigo que no estoy interesada. ¿Qué dices, Rose, los asesino o los dejo libre?

—Por favor, por favor —suplicaron, removiéndose con ímpetu.

—Ya es hora de que se vayan —asintió a sus palabras—. Vamos a contar hasta tres y abriré mis ojos y ustedes se habrán ido. Uno... —la vampiro cerró sus ojos, girando su rostro a la pelinegra.

—Dos...

—Tres —la bruja los soltó, permitiéndoles correr fuera de la residencia Cullen cuando borró sus recuerdos de aquella situación.

—Recuerdo que las brujas debemos mantener el balance de lo sobrenatural, y proteger a los humanos —hizo un puchero—, pero eso no quita los instintos asesinos.

—Lo sé, cariño, lo sé —le dedicó una sonrisa dulce, colocando un mechón de su rizado cabello tras la oreja—. ¿Vamos a bailar?

—Contigo es todo lo que quiero hacer —asintió, tomando su mano y liderando el camino devuelta a la sala.