Marie Elizabeth Halliwell recibe una oferta para ejercer como doctora en el Instituto Psiquiatrico Clementine Rosewood Bathory, ubicado en Black River Town.
Todo se vuelve confuso cuando los pacientes la reconocen, pero ella está segura que nunca lo...
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"El hombre sano no tortura a otros. Generalmente, es el torturado el que se convierte en torturador"
— Carl Jung
El día que papá se fue, no sentí nada más que decepción, pero decepción por mí misma. En ese tiempo llegué a pensar que no fui suficiente para ser su razón de quedarse; ingenua, esperé cada día su regreso. Hasta que Hunter me aventó la realidad como un trapo sucio, aprendimos a vivir sin él y aún cuando volvió a estar en nuestras vidas, su presencia era innecesaria.
Nunca lo dije en voz alta, pero siempre supe que muy en el fondo Hunter sentía resentimiento hacia mí por eso, porque papá lo ama, jamás lo abandonaría a él, pero yo era algo con lo que no podía vivir, mi hermano tuvo que olvidarse de las fiestas, las salidas entre amigos, traer chicas a casa o irse a estudiar lejos, porque temía que sin papá, yo escogiera el camino fácil. Y eso si es algo con lo que él no hubiese podido vivir.
Saber que papá ocultaba cosas de mamá no me sorprendía, aunque las revelaciones siempre tenían una especie de impacto. Porque no podía negar que existía esa parte ilusa de mí con grandes expectativas. Estúpido, si Garrett no tenía expectativas de mí, ¿por qué las tenía yo del resto?
— ¿Usted sabe sobre Ambrose? —comenzaba a hacer frío. Podía visualizar el vapor de mi respiración.
— No mucho, siempre mantuve el contacto con Sara —dijo viendo hacia el cielo. Estábamos en el quiosco—, pero temo que las respuestas que buscas sobre él no te las puedo dar yo.
— No tiene sentido que esté aquí entonces —cerré los ojos un momento tratando de serenarme.
— Ellos pueden darte algunas respuestas —abrí los ojos para ver a quién se refería. Solo señalaba hacia la caseta—, ahí encontrarás lo que buscas y lo que jamás esperarías hallar.
— ¿Tiene algo más que decirme?
— Probablemente. —Eso no aclaraba nada—. Tu vida corre peligro, incluso en estos momentos. Ver el camino hacia la verdad tiene un precio que deberás pagar.
» Eres una mujer fuerte Marie Elizabeth, me enorgullece saber que a pesar de las adversidades sigues de pie. Me doy cuenta que tomé la mejor decisión. —Una lágrima cayó por su mejilla. Fruncí el ceño sin entender.
Se hizo a un lado, indicando que subiera al bote otra vez y miró hacia la caseta. Landon resultó ser una persona irritante para mí, no me sorprendería que Eloaiza no fuese tras él. ¿Por qué no puede hablar directo? Me recordaba a mi madre, no era tan tediosa para decir las cosas, pero sí que solía confundirme con sus palabras cuando era pequeña.
Tantos acertijos y palabras sin sentido me tenían a punto de enloquecer. No cuestioné sus intenciones y subí al bote nuevamente, cuando noté que no pensaba ir conmigo comencé a remar. Me extrañaba que Forbes no haya venido a buscarme aún. Un error en mi plan que hasta ahora veía es que no le informé a Hunter sobre la mentira.
