Marie Elizabeth Halliwell recibe una oferta para ejercer como doctora en el Instituto Psiquiatrico Clementine Rosewood Bathory, ubicado en Black River Town.
Todo se vuelve confuso cuando los pacientes la reconocen, pero ella está segura que nunca lo...
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"Todos me hacen sentir como si el quererte, es algo malo. Yo no elegí este camino, es el camino que me ha encontrado"
— Clairel Estevez
Estábamos en el auto de regreso al Rosewood, no había comentado nada más con Sara, no mencioné que Ambrose aún seguía ahí, pero ella debía intuirlo. Garrett la amenazó para que no hablara. Aún tenía dudas en mi mente y la única persona que las podría aclarar estaba muerta, mamá.
Todavía debía conversar con Forbes, averiguar sobre la muerte de Darcy y creo que Maxwell es el único que puede decirme qué pasó, en estos momentos su locura es la realidad más cuerda. Papá también podría aclarar algunas dudas. Hunter es otro que me tiene preocupada aunque no lo demuestre, aún sigue sin contestar mis mensajes y no se si el hecho de que esté lejos del Bathory es bueno o malo.
Sin embargo, una idea ronda mis pensamientos, la más loca de todas y que seguramente haría a muchos replantearse mi estabilidad mental. No se lo comenté a Hudson porque se negaría a permitir que lo hiciera.
Liberar a Ambrose.
Estar confundida sería poco, él dice que no es el paciente cero o al menos eso me dio a entender y Sara asegura que su hijo fue clasificado como paciente cero. ¿Le habrán mentido a Sara? No lo sé, pero solo Landon o el hermano de la señora Bathory sería capaz de saberlo.
No imagino cuánto tiempo Ambrose habrá pasado aislado, puede ser un peligro para la sociedad o la sociedad podría ser peligrosa para él.
Mire a Garrett de soslayo porque tomó un desvío, no pregunté hacia dónde nos dirigimos porque como siempre ignorará mis palabras y me llevaría hasta el lugar.
— Quiero regresar —dije sin pensar mientras miraba hacia el exterior. Estaba anocheciendo.
— Primero te llevaré a un restaurante muy bueno cerca de aquí —bajó el volumen de la radio.
— Quiero regresar a casa, Sheriff —aclaré en un susurro, pero lo suficientemente alto como para que escuchara. No me sentía muy cómoda con él luego de lo que pasó.
— Lo harás —soltó con una leve sonrisa que me hizo fruncir el ceño—, pero con un pasajero extra —negué cansada.
— Me gustas, sería un tonta si no lo hicieras —admití—, pero... ¿Por qué insistes en ser parte de la vida de alguien dañino? No soy la mejor compañía, algo en mí no está bien.
» Por momentos pienso que mi vida está organizándose, después un golpe de realidad choca conmigo demostrando lo equivocada que estaba. No sé cuántos golpes más pueda recibir, cada día es más duro que el anterior. Tú tienes un pasado que dejaste atrás y yo tengo uno que me alcanza en el futuro, a veces solo quiero que pare.
— Creo que somos responsables de nuestras decisiones y tú eres mi decisión — dijo apagando la radio—, dices no estar bien ¿Estás enferma?
