Marie Elizabeth Halliwell recibe una oferta para ejercer como doctora en el Instituto Psiquiatrico Clementine Rosewood Bathory, ubicado en Black River Town.
Todo se vuelve confuso cuando los pacientes la reconocen, pero ella está segura que nunca lo...
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"Así es como te sientes cuando te golpean por dentro. No te enojas con los que te han vencido. Solo te sientes avergonzado"
— Marilyn Monroe
00:00 AM.
Estaba sentada sobre la cama con los pies cruzados debajo de mis piernas. Después de liberar a Ambrose regresé a la habitación, las llaves se las quedó él, así que no pude cerrar la puerta del sótano con pestillo. Era cuestión de tiempo para que se dieran cuenta de lo que sucedía.
Tenía el celular en altavoz, esperando a que papá contestara la llamada. Las dudas asaltaban mi mente, los recuerdos que me han abordado y ahora la fotografía, necesitaba respuestas ahora. Mi mente estaba enfocada en atender la llamada aunque mi vista estuviese perdida.
Ambrose andaba suelto en alguna parte del instituto o bien había escapado, pero no estaría tranquila hasta saberlo; sin embargo es algo que se escapa de mis manos.
Finalmente contestó.
— Marie Liz, ¿Por qué me llamas a esta hora? —dijo del otro lado de la línea claramente enfadado.
— ¿Realmente crees que esa es la pregunta adecuada, papá?
— Sé que nunca me llamarías a menos que estuvieras en graves problemas, Marie Luwell —tenía razón, no obstante creo que estaría muriendo y no lo llamaría }— ¿Qué ha pasado?
— Es sobre mamá —silencio— y yo. Tengo preguntas sobre mi niñez.
— Cuatro, sólo cuatro preguntas puedes hacer así que piénsalo bien.
Papá siempre ha detestado que lo aborden con preguntas, él no da explicaciones sobre lo que hace o deja de hacer. Entonces, desde que tengo memoria daba un límite de preguntas, si querías saber algo debías aceptar sus condiciones o vivir con la duda.
— Mamá me ha traído antes aquí ¿Por qué no lo recuerdo? —El truco estaba en afirmar o negar lo que desconocías, si estaba equivocada lo diría. Pero nunca debía hacer preguntas cerradas si esperaba una explicación.
— Eras muy pequeña, además ella te pidió que nunca hablaras sobre ese lugar porque yo se lo pedí. Nunca debió llevarte ahí. Fue una mujer estúpida y confiada, su error fue no escucharme antes.
— ¿Por qué me trajeron?
— Eres diferente Marie Liz, necesitabas ayuda y tu madre no tomó las mejores decisiones. Te volviste una pieza importante para ellos, muy valiosa, una por la cual valía la pena matar.
¿Ellos?
Podría preguntar quiénes eran ellos pero...
— La muerte de mamá no fue un accidente ¿Qué me ocultas papá? —Por favor di que lo fue. Me puse de pie y di vueltas como un león enjaulado.
