XII

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"Cuando una paloma se junta con un cuervo, sus plumas siguen blancas, pero su corazón se hace negro"

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"Cuando una paloma se junta con un cuervo, sus plumas siguen blancas, pero su corazón se hace negro"

– Alejandro Jodorowsky

— Disculpen. —Una joven interrumpió. La chica era tal vez dos o tres años menor que yo, ojos verdes y cabello rubio, el prototipo de mujer ideal. Por la familiaridad con la que Hudson la reconoció, es de suponer que no es la primera vez que se ven.

— Coraline. —Él se levantó a saludarla, la estrechó entre sus brazos y luego rozó con su dedo el pómulo de ella — ¿Qué haces aquí?

Esa fue mi señal.

— Quise regresar al pueblo, sé que dije que no lo haría pero, ya ves. Te extrañé.

Él solo tenía ojos para ella, sus manos ahora estaban entrelazadas. Pasé a segundo plano, tomé el bolso que había traído conmigo. No tenía nada más que hacer aquí, hablar sobre el Rosewood con ella era imposible y yo no estaba de vacaciones para tomarme todo el día.

Él notó mi disposición a irme  y me dirigió una mirada extrañada, la chica me observó indiferente.

El sentimiento es mutuo.

— Debo irme —anuncié manteniendo mi postura firme.

— Pero estábamos hablando.

— Tú lo has dicho, estábamos —mire de reojo el lugar—, ahora estás ocupado y detesto las salidas de grupo.

Sin esperar respuesta por mi comentario, salí de ahí para regresar al Bathory.


***


Una vez estando en Rosewood, aproveché que Agnes se encontraba llevando unos recados al hospital —lo cual le tomaría mucho tiempo— para ir a la habitación y leer un poco en el diario.

Al no estar ella, nadie me reprenderá por no quedarme en mi oficina. Tal vez podría encontrar alguna pista sobre el novio de Eloaiza.

Me senté sobre mi cama y encendí una pequeña lámpara, esperaba que hubiera algo que me fuera verdaderamente útil. Me quedé atenta a cualquier sonido exterior por unos segundos, pero no escuché nada y procedí a leer.

Día dos: Día de la expiación

Landon no se presentó en el Rosewood hoy, pensé que estaría enfadado, mi hermano dijo que le diera espacio, que ilusa fui.

No lo volví a ver más, encontré una carta que decía que nuestro amor no era suficiente para resistir la oscuridad que emanaba mi familia, entonces me convencí de que él estaba equivocado, mi familia ayudaba a esas personas ¿Cómo podía decir esa barbaridad?

Decidí bajar hacia donde se encontraba aquel joven que vi la otra vez, pero no estaba más, le pregunté a mi hermano por él y dijo que estaba en un lugar seguro, yo dejé el tema a un lado.

Paciente Cero |Terminada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora