XIX

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Narración Ruki:

Después de dos días, pudieron dar de alta a [T/N].

No me sentía lo suficientemente tranquilo, no después de aquellas palabras que me había dicho com miedo.

—Ruki, ella está bien. No te preocupes—. Intentaba calmarme Yuma quien me ayudaba con la limpieza.

Suspire pesadamente, se que ella ahora está bien pero esas palabras no me dejaban estar tranquilo.

Narración Kou:

Me encontraba ayudando a [T/N] junto con Azusa.

Debido a la intoxicación, nuestra pequeña hermana había resultado muy débil y ahora le ayudábamos a limpiar su habitación.

—Kou...eso va en el armario—. Avisó Azusa mientras guardaba los uniformes en un cajón.

Volteé a ver los unidormes y luego al armario que casi estaba vacíos. Mire hacia Azusa y luego a mi hermanita, la cual asintió en que era verdad eso.

Mordi por dentro mi lengua y saqué los uniformes de ahí e intentando desarrugarlos.

—Kou, déjalo ahí, ya se lo pediré a Ruki—. Avisó mi hermana, se le notaba irritada por esto.

—Mou~ ¿Solo por un pequeño error?~—. Hice un leve puchero indignado por esto.

Mire de reojo como Azusa y [Apodo] se miraban a la vez, como si se estuvieran comunicando con el pensamiento.

—¡Bueno ya!—. Exclame molesto acercándome a ellos indignado.

Quedaba claro que el resto de la tarde sería muy pesada para mi.

Narración:

Cada uno de los hermanos seguía en lo suyo, mientras tú solo descansabas en cama.

Te sentías inquieta, aparte de que no podías ayudar en nada, alguien se estaba acercando a la mansión.

—Azusa...—. Murmuraste el nombre de tu hermano, quien estaba a tu lado acomodando cosas.

Tu hermano volteó a verte preocupado, pensaba que podría pasarte otra cosa.

—Alguien se acerca—. Avisaste en un susurró.

Tu hermano preocupado fue lo más rápido que pudo con Ruki, no sin antes decirle a Kou que te cuidara.

Azusa bajaba lo más rápido que podía las escaleras, al llegar Ruki y Yuma lo vieron confundidos.

—[T/N] dice...alguien viene—. Notificó tu hemano ahora a los mayores.

Justo en ese mismo momento, se escuchó como tocaban la puerta de la mansión.

Los tres voltearon a la vez hacia la puerta, Ruki se acercó mientras Yuma ponia detrás suyo a Azusa.

Tu hermano mayor se acerco lo suficiente a la puerta y la abrió un poco asomando los ojos. Pero suspiro pesadamente y abria por completo la puerta sintiéndose irritado.

Estaban nada menos y nada más que los hermanos fundadores, Tsukinamis al pie de la puerta

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Estaban nada menos y nada más que los hermanos fundadores, Tsukinamis al pie de la puerta.

—¡Muy buenas, Ruki!—. Saludo con total confianza, Shin.

El pelirrojo entró a la mansión como si fuera la suya o como si hubiera lo suficientemente confianza entre ellos.

—¿Shin...?—. Se escuchó tu voz algo lejos de la sala.

Todos los presentes voltearon hacia las escaleras, encontrando como bajabas con ayuda de Kou.

Esta vez era Carla quien estaba con confianza en aquella mansión para acercarse a ti y también ayudarte a bajar.

—Hemos venido a visitarte. KarlHeinz dijo que estuviste internada por intoxicación—. Informó Carla del porque su repentina.

—¡Trajimos hierbas medicinales!—. Exclamó con emoción Shin sacando una bolsa de plástico con hierbas.

Sonreiste agradecida con ambos hermanos.

Tus hermanos no estaban del todos contentos por la aparición de los fundadores, pero no podían hacer nada, eras muy buena amiga de ellos y les servía de ventaja.

Así que, por el resto de la tarde tuvieron que dejarte conversar con ellos dos mientras seguían con la limpieza general.

Mientras conversabas con ambos Tsukinamis, seguías pensando en lo decepcionada que te había echo sentir Yui.

Mañana ya hablarías con ella, sabias que ella no era capaz de intentar matarte con algo como curar tu ceguera aunque fuera temporal.

O eso querías pensar.

Continuará...

Lo siento, hoy solo poder publicar este capítulo.
Mi estabilidad hoy está kk.
Tal vez mañana si este actualizando como el día de ayer.
Nos vemos mañan. ♡

EL AMOR ES CIEGO    |    REIJI SAKAMAKIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora