Sinopsis:
18 de septiembre de 2018
No esperaba esto. Y cuando digo que no esperaba esto, lo digo de verdad. ¿Me debería sentir culpable por que ahora mismo en la boda de mi hermano su novia tiene el pelo color verde flúor, su pomposo vestido esta a...
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20 de enero de 2016
Narra Emily:
Me acomodo una vez más en mi reposera, ya de tanto estar aquí hasta incomoda me siento, abro los ojos y de vuelta veo a Matías con esas dos mujeres, puaj que asco, no lo entiendo, pensé que le gustaba Chloe o que al menos sentía algo por ella, si siente algo por ella entonces ¿Por qué coquetea con otras?, ¿Por qué le habla bonito a otras? De verdad no entiendo, en mis cortos 10 años de vida he entendido que si quieres a alguien tienes que decírselo, ¿Por qué guardarlo?, ¿Por qué hacer como si esa persona no te interesara?
Escucho sus estúpidas risas y la verdad que no puedo seguir así.
- ¡Auch! ¡Matías, Matías por favor! – hago como si me doliera la pierna, Matías como esperaba viene corriendo hacia mí y esas tontas solo me miran con cara de enojo, que debo admitir disfruto. – Ay me duele, me duele mucho. – digo con la voz quebradiza.
- ¿Es la pierna princesa? – dice examinando el área
- ¡Si! Auch ¿podemos ir adentro?, ¿me acompañas? – pedí tratando de hacer la cara más tierna posible, el sin dudarlo me dijo que si y sin ni siquiera darle una explicación a la morocha y la otra pelirroja que en este momento me deben estar detestando cosa que no me importa en lo más mínimo, entramos al hotel donde nos estamos hospedando, él me iba ayudando en todo lo que podía, la preocupación era evidente en su rostro.
Yo iba rengueando falsamente, concentrada en mi actuación, pero la verdad es que llegó un punto en donde no me pude contener y me reí, Matías desconcertado paró de caminar y de ayudarme para mirarme con confusión, lo único que hice en respuesta fue encogerme de hombros con desinterés y seguí caminando normal rumbo al ascensor.
- ¡Tú me mentiste! Estas bien, ¡no puedo creer que hayas hecho eso!
- Ay no es para tanto no exageres, además te salvé, esas tipas iban a babear sobre ti en cualquier momento, deberías agradecerme – dije tocando el botón del ascensor, la verdad es que nos íbamos esta noche y aún tenía muchísimas cosas que acomodar.
- Emily mi vida amorosa no tiene que importarte, ¡no puedes cuidarme como si tu fueras la mayor!
- En realidad, si puedo y lo hago, ya deja de hacer esas cosas Matías, no te entiendo de verdad.
- No tienes que entender, eres una niña. – el ascensor llega.
- Si lo sé, pero incluso siendo una niña sé que si quieres a alguien tienes que decírselo, y no andar de coqueteos con otras. – me subo al ascensor lentamente para agregarle drama a la situación.
- Piensas que todo es fácil y así no es la vida Emily, no es como crees. – lo último casi lo termina en un murmullo.
- Pues...con esto no lograras olvidarla. – marco el piso y el ascensor cierra las puertas, Matías se queda abajo, posiblemente vuelva con esas tontas, pero al menos le dije la verdad.
