Capítulo 15.

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Era muy pronto para admitirlo, al menos en su mente, pero... Estaba enamorado. Al menos creía eso, porque su corazón latía tan rápido, tan estrepitoso, que apenas lo dejaba pensar con coherencia que todo lo que ocurría debía estar mal, de una forma u otra. No supo cómo llegó allí, a desarrollar sentimientos por la persona menos indicada, tal vez la que no debía por ninguna razón mirar dos veces. Pero estaba cayendo poco a poco en el sentimiento tan fuerte que, a simple vista, parecía una enfermedad.

Sudaba mucho, su boca se secaba, su corazón latía a más no poder, se mareaba y tenía ganas de vomitar. ¿Estaba enamorado o embarazado? Deseaba que fuera la segunda, porque sería más fácil admitir que, siendo hombre, esperaba un hijo, a estar enamorado de Cooper Barnes.

"Jace, Jace" Salió de su ensoñación, encontrándose con Piper frente a él, comiendo su plato de cereal. No la había escuchado parlotear desde que llegó de la casa de Jasper, parecía, más bien, un poco menos niña ególatra. "Te estaba diciendo que quiero ir al festival de terror" Volvió al mundo real.

"Pensé que era en octubre" Y estaban entrando a diciembre. Era más probable algo referente a la navidad que al terror. Octubre... En ese mes había conocido a Cooper, o al menos, había accedido a estar sexualmente con él. ¿Por qué lo ilusionaba tanto?

"Duh, no me escuchas. Van a hacer uno referente a una triste navidad en el parque que queda a las afueras" Muy perturbador, pensaba. Pero así era su hermana, una hermosa chica llena de cosas perturbadoras como fanatismo a películas caníbales y religiosamente satánica. El satanismo no era tan extraño como todos creían, ni siquiera era magia negra. Simplemente el interés propio antes que el del otro.

"¿Piensas ir a un lugar donde mostraran cosas de navidades tristes?" Ella asintió. "Bien, tú pagas"

"Invita a Cooper y Katrina, me cayeron bien, sobre todo Katrina. Parece del tipo que disfruta joder la vida" Jace gruñó. "Invitaré a Jasper" casi murmuró.

"¿Jasper? ¿Por qué?"

"¿Cómo que por qué? Me parece lindo" Lamió sus labios. "Además..." Oh, no, no.

"¡¿Te acostaste con él?!" Gritó, histérico. Tal vez le salió ese lado sobreprotector.

"¡Tengo dieciocho y puedo vivir mi vida sexual como se me dé la gana!"

"¡Tú y tu libertinaje!" Cosas así eran parte de su culto, esa libertad de expresarse sexualmente abierta, claro, con el consentimiento contrario. Recordaba que sus abuelos casi se mueren cuando la vieron con un tatuaje de un pentagrama; sus padres, quienes eran agnósticos, simplemente le dijeron que se explicara. Creyó que, para ella, eso fue como salir del armario para Jace.

"¡Es mi amigo, Piper! ¡Te acostaste con mi amigo!" Piper se levantó, encarándolo. Jace hizo lo mismo. Tal vez no debió dejar que Jasper cuidara a su hermana.

"¡¿Y qué?! ¡Lo volvería a hacer, folla increíble!" Jace se puso rojo.

"¡Oh, cállate! ¡No quiero escuchar eso!" Se giró, dirigiéndose a su cuarto.

"¡Esta noche iremos! ¡Más te vale ir si no quieres que me folle a Jasper en un baño!"

Cuanto odiaba a esa niña. Pero... Se sentía feliz por ella, porque Jasper, a pesar de tonto, era una buena persona. Más, Piper no, y no deseaba que este saliera lastimado por el jugueteo continuo de su hermana con los hombres (y algunas mujeres).

.:.

Al final, invitó a Cooper, muy en contra de lo que quería su mente, deseando vigilar a su hermana y a Jasper. El problema es que ellos lo ignorarían, y prefería estar con Barnes mientras tenía un ojo encima de ellos.

Adicto. |Henray|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora