Capítulo 4

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Entrada de Konoha, 6:40 p.m.

Observaba con detenimiento el pequeño cuerpo que yacía en sus brazos. Debía admitir que así como estaba, con los párpados cerrados parecía un ángel. Tan frágil, tan delicada.

"El miedo justífica sus actos, no los juzgaré, no sientan culpa".

Esas palabras, eran las que les había dedicado antes de desfallecer en sus brazos. Era lo correcto, por ella, por la aldea, entonces....¿por qué se sentía tan mal?

—Itachi.

La voz de su superior hablándole le dio a entender que estaba pensando de más.

—El Hokage esta por llegar—volvió a hablar el peliplata-prepárate—señaló.

—Sí.

No podía evitarlo, anteriormente había estado huyendo de la pequeña después de que ella le "mostrara" aquello con lo que aún tiene pesadillas pero no la odiaba, en cierta parte le recordaba a él. Con muchas preguntas, tratando de buscar una respuesta. Muy madura para su edad, el desinterés en lo que le correspondía vivir, en personas ajenas, en objetos ajenos, en lazos. El había pasado por eso. Y ahora eso mismo era su tormento. Se reflejaba tanto en aquella niña a la que le tenía pavor, que ni siquiera se había dado cuenta del cariño que comenzaba a agarrarle. Le recordaba a Sasuke, a él, a todos los niños y no entendía porque estar cerca de ella le producía melancolía, era como si la aflicción del pequeño cuerpo se transmitiera en él. La última vez eso había ocurrido, estaba triste por ella. Tuvo tantas emociones, que las dejo salir, y en parte le agradecía pues el gran peso que sentía había desaparecido. Era como si ella lo hubiese leído, interpretado y obligado a sacar todo eso que lo estaba matando. ¿Era correcto lo que harían? ¿Estaba bien interponerse de esa manera?

—Lamento la tardanza—exclamó el Sarutobi cuando llego a la entrada—. Vamos, mientras más rápido mejor.

El hombre mayor comenzó a caminar en dirección al bosque, con mucha seguridad en sus pasos.

—Sí.

Exclamarón los dos AMBUS detrás de él mientras lo seguían.

Ya no había vuelta atrás, solo quedaba arrepentirse de por vida, y si pudiera compensar aquello que estaban a punto de realizar con esa pequeña niña, no dudaría en hacerlo. Pues el azabache estaba dispuesto a cargar con el castigo.

🔶🔶🔶

­­­­­­­Academia Ninja, 7:00 a.m.

Sasuke.

Miraba por la ventana del salón a los niños que corrían en el patio, este era mi primer día de la academia y como todo un Uchiha tenía que demostrar todas mis habilidades. Mi hermano Itachi fue uno de los prodigios más grandes, graduándose a un año de ingresar. Mi padre estaba muy orgulloso de él, y yo no me podía quedar atrás, pues tenía que ser mejor que mi hermano para que mi padre estuviera igual o más orgulloso.

—¡Voy a ser el mejor ninja de todos, dattebayo!—gritó un niño entrando al aula, llamando mi atención.

Era rubio de ojos azules, traía un chaleco naranja, debajo de esté llevaba una playera que no sabía si era blanca o celeste pues la luz jugaba con mi vista. Tenía unos lentes verdes cubriendo su frente y manteniendo su rebelde cabello en su lugar. Fruncí el ceño, pues solo era un tonto más, todos lo miraban y no era de esperarse que le prestaran tanta atención pues no era nada más y nada menos que "el niño zorro".

OUTRO: TEAR [Neji Y Tú] 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora