XIII

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Y jugamos a ser humanos, en esta habitación gris...

25 de marzo, 1998
19:32 pm.

Y de pronto, entre la frondosa espesura del bosque, tres jóvenes magos se aparecieron rompiendo la quietud del bosque.

— Maldito traidor, ya no podemos fiarnos de nadie.

Ron fue el primero en hablar de los tres, Hermione aún seguía sin creer lo que acababa de pasar y Harry también continuaba en shock.

— Déjalo Ron, estaba siendo chantajeado -le respondió Harry- no creo que Xenophilius Lovegood quisiera hacerlo realmente.

— Han secuestrado a Luna -dijo Hermione mientras sacaba su varita para comenzar a hacer los hechizos protectores- solo quería de vuelta a su hija, no es justo para ellos, son los únicos que han defendido a Harry desde el principio. Solamente espero que Luna esté bien...

— Yo solo digo que ha intentado vendernos a Voldemort y no creo...

— ¡RON NO! -exclamaron Harry y Hermione a la vez.

Pero ya era demasiado tarde.

Unas figuras de capas negras y aspecto grotesco aparecieron y comenzaron a rodearles. Eran carroñeros. Acudiendo al tabú que había sido activado.

El corazón de la Gryffindor comenzó a resonar con fuerza. Presa del miedo, le lanzó un hechizo punzante a Harry, para evitar que le reconocieran.

Casi al segundo, unas manos agarraron fuertemente a Hermione y le taparon la boca. Trató de zafarse todo lo que pudo, pero al ver que era imposible y que sus amigos estaban en la misma situación, no pudo evitar que unas lágrimas de impotencia salieran de sus ojos.

Hurgaron en su bolso e interrogaron a Harry y Ron. Y a pesar de proporcionarles nombres falsos, la maldita espada de Gryffindor que guardaban en el bolso de Hermione les delató. Uno de los carroñeros que se encontraban allí, gritó:

— ¡Es él! ¡Es Harry Potter!

Otro de los carroñeros, el que parecía que llevaba la voz cantante en aquel extraño grupo, sonrió.

Hermione continuó tratando de zafarse del agarre del carroñero que le sujetaba, mientras observaba a sus amigos angustiada y con el corazón en un puño. Esto no podía estar pasando.

¿Adonde les llevarían? ¿Convocarían a Voldemort ahí mismo?

Aquel pensamiento le heló la sangre.

— Será mejor que estés quieta, bonita -dijo aquel hombre, acercándose demasiado para el gusto de Hermione- ¿Qué hacemos ahora, Scabior?

— Nos vamos -respondió este mientras observaba a Harry- Llevémoslos directos a Malfoy Manor.

El corazón de Hermione dio un vuelco al escuchar ese nombre.

Se iban a adentrar en la boca del lobo.

E iba a reencontrarse con Draco.

(...)

25 de marzo, 1998.
19:02 pm.

— Vamos Draco, acércate un poco más -le animó Bellatrix desde el otro lado de la estancia.

El Slytherin había sido requerido urgentemente en el salón. Por un segundo creyó que era Voldemort, de nuevo allí para volver a intentar enmendar sus antiguos "errores" y convertirse en un mago decente, palabras de Voldemort.

Pero cuando bajó, tan solo se encontró con sus padres, con Bellatrix y una persona a la cual le habían cubierto el rostro. Estaba de rodillas junto a su tía, sujetada por el cuello con unas cuerdas y con un saco cubriendo su cabeza.

Con Las Ganas - DramioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora