Su corazón bombeaba a un ritmo acelerado, dejándolo totalmente aturdido en su sitio.
La varita de Voldemort estaba en el aire a nada de ser apuntada a su persona, ante sus ojos, todo pasaba en cámara lenta. El ser delante de el abría su boca para recitar la maldición que empezó todo eso al haber fallado tantos años atrás.
No se permitió cerrar los ojos, estaba dispuesto enfrentar la muerte sin miedo, después de todo no había porque tenerlo, si es que era verdad la existencia de la vida después de la muerte, estaría complacido de morir si es que con ello podía encontrarse con Draco y decirle todo lo que no fue capaz de expresar en su momento.
Su mente estaba en blanco, sin ningún atisbo de distracción o dudas, manteniéndose determinado mientras en su mano izquierda apretaba el paño que perteneció a la persona que ama.
—Te veré pronto, Draco.
Fue en ese instante, donde la luz verdosa salio de la varita de saúco que un escalofrío lo recorrió por completo, no por el hecho de ver su vida pasar por sus ojos, sino más bien, era como ser abrazado por una presencia familiar, a su olfato llego la fragancia natural que siempre portaba Draco, esa que se permitió olfatear sin ningún descaro cuando estaba cerca del otro.
—¡¡HARRY!!
El impacto fue lo suficientemente ruidoso como para que los oídos de Harry quedarán aturdidos abruptamente, el destello verde haciendo contraste con el escudo translúcido que alcanzo a materializar a ultimo momento.
Apretó su mano en el paño y la otra en su varita —¡¡Ahhhh!! —grito lo más alto que su garganta le permitió para quitar de su sistema el repelús que sentía. No lograba comprender su actuar, se suponía que ya había tomado una decisión, la decisión de dejar ese mundo lleno de maldad para por lo menos, en esos últimos momentos perderse en ese pensamiento de volver a ver a Draco por mas irreal que suene eso ¿entonces porqué...? —Fue su voz...
Las lágrimas se desplazaron nuevamente por sus mejillas, esa presencia que sintió y esa voz que escucho gritar su nombre con tal angustia y reproche fue de Draco.
—¿Porqué? ¿Acaso no quieres que este contigo? —una sonrisa amarga se planto en su rostro, Voldemort lucia enojado lanzando la maldición asesina con más potencia. —...Aunque, seguramente me dirías "no mueras por una suposición" ¿cierto Draco?...pero, ¿que pasa si quiero hacerlo para verte una vez más?
Lanzo su pregunta al aire mientras elevaba su rostro, mirando las densas ramas de los altos árboles tapar su vista del cielo, de forma egoísta quería que Draco le respondiese con ese suave tono que utilizaba solo con el.
Lo sabía, justo ahora se le había dado una señal para no rendirse aún, no podía permitirse ignorarla, al menos no por ahora, pero estaba tan cansado de todo eso, era tan doloroso...pero Draco gritándole con ese dolor plasmado en su voz...
Con un nuevo objetivo, recompuso su expresión tratando de alejar de su mente el dolor lacerante que sentía taladrar su pecho a cada segundo.
En un rápido movimiento, logro safarse del alcance de la maldición y correr hacia un lado, donde tuvo un campo visual lo suficientemente favorable como para ver a nagini enroscada detrás de Voldemort que le miraba con gran cólera, éste avanzó hacia el a punta de hechizos e ignoro el hecho de que dejaba desprotegida a su serpiente.
Harry no era muy amante de las apuestas, tampoco lo era del planear en su totalidad sus acciones para lograr su objetivo, pero ahora requería de hacerlo aún cuando estaba acostumbrado a actuar sobre la marcha.
ESTÁS LEYENDO
Dulce Agonía.
FanfictionHarry termina siendo ayudado por quien menos pensó, Draco Malfoy. Y aunque ya lleva años sin molestarlos, nunca imagino verlo en ese lugar y en esas circunstancias. Sin embargo, en el camino descubre la extraña enfermedad que carcome el corazón del...