SORPRESA.
Se escucha en toda la habitación, las luces finalmente se encienden y las castaña suelta un grito mientras se toca el pecho con miedo.¿La causa? Tenía miedo por su vida.
No era usual que Damian la invitará a un lugar totalmente desconocido.
Wynona tenía miedo que el pequeño y nuevo Robin finalmente cumpliese sus promesas y la desapareciera en algún sitio abandonado.
Los estruendosos aplaudas se escuchan en todo el salón y los presentes se acercan para saludar a la cumpleañera.
El primero en hacerlo es Gar, quien estaba impaciente en abrazar a su amiga.
—Tengo que admitir que lo hiciste bien—Admira Dick con una sonrisa ladeada— Apuesto a que no fue tan difícil a como te lo pedí—recuerda
Damian rueda sus ojos recordando como Wynona había tratado de escapar.
—¿Dudaste de mi, hermano?—Pregunta con ironía.
Sabía que Dick jamás dudaría de él, porque Damian sabía que Richard Grayson, el primer Robin, confiaba y creía plenamente en él.
—¿Quieres que te mienta? —Dice soltando una risa—No te ves tan irritado—Se burla, antes mirar a Starfire, quien le hace una par de señas para que vaya junto a ella—Si me disculpas.
Damian se encoge de hombros cuando ve a su hermano caminar hacía la princesa exiliada. Jamás comprendería como Dick actuaba de forma tan torpe ante la presencia de la tamariana.
El pelinegro mira a Wynona y sonríe vagamente, se veía realmente feliz, ¿Quién no lo estaría? Media Liga de la Justicia estaba ahí. De un momento a otro, Wynona mira en dirección a Damian con una sonrisa, el pelinegro aparta su mirada sin dejar de sonreír.
Había hecho una obra de caridad, eso lo consideraba. Un simple gesto de agradecimiento.
Dick sonríe con coquetamente hacía su hermano, justo como había mirado a Wynona hace unos días cuando le gritó a Terra que el pequeño Robin no era su novio. Grayson sabía que el Wayne había cambiado mucho desde la primera vez que Wynona pisó la Torre; aunque su hermano no lo quisiese admitir, tal vez quería más a la castaña de lo que demostraba. Después de todo, fue Damian quien se encargó de organizar la fiesta.
—¿Por qué no vas con tus amigos?—Pregunta Bruce llegando al lado de su hijo.
Damian frunce el ceño y se endereza con firmeza—Ellos no son mis amigos—Responde duramente mientras mira a su padre de reojo.
El vigilante de Ciudad Gótica alza una ceja y bebe de su champán antes de hablar nuevamente— No seas tan duro contigo, hijo—Cuando la mano de su padre se posa sobre su hombro, Damian trata de esconder una pequeña sonrisa ladeada.
Su mandíbula iba a doler, había sonreído mucho hoy.
—Por cierto, que buen gusto—Suelta entregándole un pedazo de papel antes de desaparecer como Grayson lo hizo.
Damian mira la pequeña hoja en su mano y un calor recorre sus mejillas. Su padre sabía lo que le había comprado a la castaña, el pelinegro mueve su cabeza en forma de negación y piensa en otra cosa. Era un Al Ghul, no podía intimidarse por un simple regalo.
Damian guarda la hoja en el bolsillo de su traje y sus dedos chocan contra una pequeña caja, respira y rueda sus ojos.
Solo era un simple gesto.
¿O solo trataba de engañarse?
Damian aparta todos sus cuestionamientos de su cabeza y camina en dirección hacía Wynona.
Solo un simple gesto.
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LATCHᴰᴬᴹᴵᴬᴺ ᵂᴬᵞᴺᴱ
Fanfiction¿Nunca te has enamorado? No. ¿Qué hay de ella? Ella es... algo torpe. Pero inteligente, inteligentemente torpe. ¿Osea que te gusta? ¿Te gustaría romperte los huesos accidentalmente?