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diecinueve;

La castaña sale del elevador a toda prisa hasta llegar a la sala de misiones. Cuando entra a la habitación las miradas recaen en ella, Wynona alza su mano derecha haciendo una señal de saludo mientras sonríe avergonzada.

—Hola Kori, ¿Te hiciste algo en el cabello?—Murmura con una sonrisa inocente—Porque luces hermosa

—Llegas tarde—Wynona bufa y asiente

—Lo sé, pero mi abuela acaba de llegar de su viaje—Susurra como excusa.

Y realmente no mentía, finalmente su abuela había llegado de su viaje de negocios y por mucho que hubiese deseado quedarse para ver los recordatorios y regalos que trajo consigo, Wynona solo la ayudó a llevar las cosas del apartamento antes de salir disparada hasta la torre de los titanes.

Que novedad, aún así había llegado tarde.

—Siento decirte que te quedarás aquí

—Siempre lo hago—Dice al instante—Lo siento

—Lo que Starfire quiere decir es que era una misión móvil, Wyny—Anuncia Chico bestia transformandose en un ave para colocarse sobre el hombro de la castaña

—¿La minivan?—pregunta por lo bajo a lo que su amigo verde asiente—¡Oh rayos!—Exclama decepcionanda.

—Lo siento, Wynona—Dice la tamariana mirando a la adolescente— Titanes, salimos en 10 minutos. Prepárense—Demanda antea de salir se la sala, no sin antes posar una mano sobre el otro hombro de la castaña.

—Mira el lado positivo, Terra también se quedará—Murmura el menor antes de salir volando para buscar y despedirse de Terra

—La próxima vez, Wyny— Murmura Jaime sin decir más.

Por otro lado, Raven solo frunce el ceño cuando Damin, Wyny y ella son los únicos en la habitación. Rueda sus ojos antes de desaparecer con un hechizo, no sería la intermediaria entre ellos dos.

—¿Qué te pasó en el labio?—Habla por primera vez Robin cruzado de brazos con la mirada fija en Wynona.

—Buenos días para ti también—Interrumpe con burla.

—No soy estúpido.

—Bueno...—Ríe—¿De qué hablas?—Pregunta desentendida.

Juraba que había escondido muy bien su corte, creía que lo había logrado cuando ninguno de los titanes le preguntaron por el.

A excepción de Damian, al parecer.

—¿Qué te pasó en el labio?—Pregunta una vez más con los ojos entrecerrados —¿Alguien te hizo eso?

—No me pasó nada, mamá—comenta con una sonrisa graciosa, pero deja de hacerlo cuando Damian solo la mira con seriedad— El suelo cayó en mi cara