¿Nunca te has enamorado?
No.
¿Qué hay de ella?
Ella es... algo torpe. Pero inteligente, inteligentemente torpe.
¿Osea que te gusta?
¿Te gustaría romperte los huesos accidentalmente?
Ante la negación de su amiga, Damian frunce el ceño viendo a Wynona desatada y frente a él. La única fémina en la habitación no parecía muy feliz.
—¿Por qué estoy desatada y no en una estúpida silla?—Pregunta sin más—Una pregunta compleja con una respuesta sencilla, es gracioso porque resulta que la persona que nos secuestro, que quiere asesinarnos y que te odia...es mi padre—Cuenta Wynona con una sonrisa sarcástica— Pero eso ya lo sabías.
Damian, perplejo; niega. Las palabras de la castaña habían sido tan duras que jamás creyó escuchar a Wynona hablar de esa forma tan hosca.
—Lo que Slade te haya dicho, miente Wyny. Solo quiere jugar con tu mente—Redacta Damian sin más—No eres su hija, mírate Wyny, no eres como él.
—¡No me importa eso! ¡Me mintieron! ¡Me mentiste! ¿Acaso todos lo sabían?
—Estás sacando conclusiones erróneas Riddle.
El pelinegro, quien miraba con atención los movimientos de su amiga, ve como ella saca un papel doblado del bolsillo de su pantalón.
—Sabías por qué ese demente me extrajo sangre, aún así decidiste jugar al idiota—Dice segura mirando el papel— 98,9% Damian. Mi madre me abandonó porque sabía que su hija no deseada, era la hija de un asesino. Todo este tiempo, creí que fue mi culpa—Murmura por lo bajo con algunas lágrimas en sus ojos, hablar de su madre no era un tema que le gustase—Y mira, si lo era.
Robin, no dice nada.
No podía, ya no le mentiría, no a ella.
—Por eso no te agradaba, ¿no? —El adolescente asiente sin más, y con esa afirmación, Wynona se cruza de brazos— Ay Damian, el sentimiento era mutuo—recalca la castaña mirando de arriba a abajo a su amigo con cara de desagrado.
Damian levanta la mirada, quería decirse a si mismo que no le dolía, pero lo hacía, le dolía.
—Ya pueden pasar—Murmura Wynona haciéndose a un lado.
—¿Wyn...
—Al final, si eligió el bando ganador—Interrumpe Slade con una sonrisa macabra, mirando a Robin por última vez antes de golpear fuertemente en la cara.
Terra sostiene la mano de la castaña cuando esta hace un gesto de dolor, había traicionado a Damian.
•••
—¡Terra! ¿Qué es lo que te hizo?—Pregunta el adolescente verde dentro de la máquina extractora de poderes