XI

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La puerta del cuarto donde ambos hermanos esperaban, salió Jun Myeon cruzado de brazos, miró de arriba abajo al alfa, se preguntaba una y otra vez qué era lo que le veía a ese chico.

—   ¿Enloqueciste Chan Yeol? Tienes dieciocho años, no te puedes casar. —

—   ¿Qué? ¿Casarme? No voy a casarme, el doctor Lee me dijo lo que sucede, yo ocasione esto y me pienso hacer responsable, si ustedes me lo permiten quiero cuidar de él hasta que se encuentre bien. — Se arrodillo frente al señor Do. — Si después de eso él y yo no queremos estar juntos, desapareceré de su vida. — Mintió, sus planes de irse a Preston no cambiarían por nada ni por nadie.

—   Gracias, Chan Yeol, sabía que tu no me ibas a fallar. — Se puso a su altura acercándose a abrazarlo, el cariño que le tomó en esos pocos días conviviendo con él, le hacía confiar casi plenamente en él.

—   Entonces Kyung Soo se vendrá a vivir con nosotros ¿Verdad? — Ki Young ya había comenzado a hacer planes de donde dormiría y la convivencia que llevaría con su hijo.

—   Por supuesto que no. — Esta vez fue Jun Myeon quien intervino, no se llevarían a su hermano a ningún lado, de eso se encargaba a él. — Si cuidara de él, será en nuestra casa, el no saldrá de aquí en esa condición. —

—   ¿Dejar a Chan Yeol aquí? Considero que tendrá mejores cuidados en nuestra casa, no estaré tranquilo de saber que tiene que ir y venir de la escuela aquí. —

—   Me quedare aquí. — Afirmo posando su mano en el hombro de su padrastro. — Si quieres ayudarme... No dejes que mi padre se entere de esto. —

—   ¿Cómo te voy a dejar aquí? ¿Estás loco? — En su voz se notaba la preocupación, aun cuando solo había estado ahí unos minutos, se notaba lo peligroso a distancia, no se perdonaría si algo le pasara.

—   No se tiene que preocupar cuidaremos bien de su hijo. — La tierna Jeong Yeon le regalo una sonrisa tratando de matar el ambiente tan tenso.

—   Gracias por recibirme en su casa, prometo que no causare muchas molestias. —

El pequeño omega esperaba en su habitación mientras los demás tomaban decisiones sobre su vida el solo tenía que acatar ordenes, no es que le molestara que sus hermanos y padre intervinieran en esos asuntos, simplemente le gustaría tener voz cuando se trata de algo que lo afecta.

(...)

Entro a la casa cuarenta minutos después de Ki Young, planeaba montarse una gran pelea con su padre para tener una buena justificación de su ida de casa, se preparó mentalmente asegurándose de tener el suficiente coraje para enfrentarlo, no lo había hecho el día que encontró esos resultados, pero lo haría ahora, relamió sus labios asintiendo con la cabeza, el solo se motivaba una y otra vez.

—   Chan Yeol, que bueno que llegas. Ven al estudio ahora. — Lo miro confundido, ya se notaba molesto y todavía no hacía nada, fue detrás de él colocando sus manos en las piernas, estas incluso le sudaban, nunca había estado tan nervioso como ahora mismo.

—   ¿Sucede algo? — Se atrevió a preguntar después de varios segundos en silencio.

—   ¿No tienes algo que decirme? — Lo pensó detenidamente intentando no soltar una tontería de la que no debería enterarse.

—   No realmente. — Frente a él azoto unos papeles. — ¿Qué es esto? — Apenas hecho un vistazo en ellos.

—   Es de tu tarjeta de crédito, lee bien y en voz alta cada una de las compras que has hecho este último mes. — Dio un largo suspiro sosteniendo estas entre sus manos.

『¡Quiéreme Alfa Park! ChanSoo┊SeSoo』#1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora