XII

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— ¿Por qué no serias la persona que quiero a mi lado? Yo enserio siento algo. — Tomo su mano posándola en su pecho. — Aquí siento algo. — Se aparto al instante cayendo de la cama cuando se quiso hacer más para atrás.

— Auch. — Toco su cabeza buscando el interruptor para encender las luces.

— ¿Estás bien? ¿Te lastimaste? — Corrió del otro lado de la habitación alejándose tanto como pudiera.

— Medio metro. — Cerro con fuerza sus ojos por el dolor al hacer un poco de presión contra su golpe. — Iré al baño... —

Estuvo ahí asegurándose que no fuera nada grave, quizá solo le saldría un pequeño bulto, al salir el menor estaba sentado en la mesa cenando algo.

— ¿No comiste? Ya te dije que no te saltes las comidas, te va a hacer daño. —

— Quería comer contigo... Pero te fuiste al cuarto. — Dio un largo suspiro sirviéndose algo de la comida para sentarse a su lado y empezar a comer.

— No me tienes que esperar, ¿Bien? — No sabía si era su hambre o realmente aquello estaba delicioso, lo único que tenía en el estómago era su desayuno, no solía saltarse las comidas, simplemente ese día había tenido mala suerte. — ¿Puedo servirme un poco más? — Se atrevió a preguntar al no estar satisfecho.

— ¿Ah? Si, está bien. — Termino con su plato y permaneció ahí, en su familia había una regla de que nadie se levantaba de la mesa hasta que todos terminaran. — ¿Tenias mucha hambre? —

— Si, no comí en la escuela, no me da tiempo entre clases, apenas y puedo respirar. — Explico de forma inconsciente terminando con su vaso de agua.

— Creí que tenían un descanso corto de diez minutos o algo así... —

— No, solo los de primero y tercero lo tienen, nosotros tenemos que comer entre clases. — Recargo sus manos en la mesa poniendo atención a lo que decía.

— ¿Por qué no te llevas algo para comer? — Soltó una risita negando con la cabeza.

— No me gusta levantarme temprano... Seria agotador hacerlo todos los días. —

— ¿No te hace daño a ti también no comer? —

— Tu estas en crecimiento, si crezco más alcanzare el techo. — Bromeo sacándole una sonrisa al más pequeño.

— Yo creo que es lindo que seas tan alto... Como un rascacielos. — Aclaro la garganta negando un poco.

— No lo creo... — Bostezo mirando la hora en el reloj de pared. — Vayamos a dormir... Se hace tarde. — Lavo los trastos antes de irse a la cama, apago las luces y cerró la puerta, solo tenía cinco horas para dormir, tenía que aprovecharlas tanto como fuese posible.

— Alfa... —

— ¿Mh? — Emitió un sonido con sus labios, el sueño le estaba ganando, no quería seguir hablando.

— ¿Algún día me querrás? ¿Aunque fuera un poco? —

— Deberías aprender a guardar silencio, Soo. —

El resto de la noche no volvió a escucharlo, pero tampoco concilio el sueño, solo daba vueltas de un lado al otro, a pesar de haber dormido una hora para el fue como si hubiese cerrado los ojos y al momento sonaba su alarma, entre sueños juro haberle dado en el botón de posponer, pero realmente la apago, para cuando se volvió a despertar ya pasaban de las siete veinticinco, si quería llegar a tiempo debía apurarse, ya se habían ido todos los de la familia, lo que hizo darse cuenta que era realmente tarde, para su sorpresa incluso Soo estaba despierto ¿Todos se pusieron de acuerdo para hacerle saber que llegaría tarde?

『¡Quiéreme Alfa Park! ChanSoo┊SeSoo』#1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora