Coffee with a demon » hunhan.

Capítulo 18: Puntos conectados.

—¡No llegues tarde, Han!

Corriendo fuera de su hogar, alcanzó a gritar un "lo sé, te amo mamá" antes de obtener alguna replica, ya estando lo suficientemente lejos de la propiedad para dejar de correr y tomar un poco de aire.

Sabía que a su madre no le gustaba que saliese de noche con sus amigos a pasar el rato, ya que había rumores de que los animales salvajes habían vuelto al bosque que rodeaba su pueblo por hallazgos bastantes extraños que Luhan sabía perfectamente.

Chanyeol le había mandado una nota esa tarde para que el grupo se juntara en el mismo lugar, simplemente expresando que había descubierto algo nuevo y quería intentar hacerlo con todos por la cantidad de energía que se necesitaba. Sin embargo, él no había tenido tantas ganas de salir aquella noche, se estaba sintiendo perseguido y era consciente de que estaba en el ojo de los imbéciles que se creían los defensores del pueblo, pero no podía dejar solo a su mejor amigo, así que debía ser demasiado cuidadoso de no ser visto para que nada malo sucediese.

El camino de tierra lo llevó hasta la entrada del bosque y, cuando se adentró un poco para perderse entre los árboles, encendió la antorcha y caminó hacia donde provenía un sutil resplandor de fuego.

—¡Por fin llegas, Han! —Chanyeol se acercó a él y le arrebató la antorcha, apagándola y enterrando el mango en la tierra para ocuparla después— Vamos, los chicos están dentro.

El más alto se encargó de apagar cualquier señal de luz y ambos se adentraron en la casucha abandonada, encontrándose con el suelo repleto de velas y con los rostros de sus amigos.

—Estoy emocionado —comentó Kyungsoo una vez Luhan se posicionó a su lado, tomando su mano para comenzar a entrar en calor—, Chan dice que esto será algo grande.

—Chan dice muchas cosas —rió el pelinegro, ganándose la mirada reprobatoria del aludido—. Todavía recuerdo cuando nos dijo que podríamos invocar a Satanás y terminamos huyendo de un murciélago bebé.

—Yah, eso fue un error, pero esto está en el libro que mi abuela me heredó antes de morir —todos se sorprendieron, ya que sólo ellos sabían que la abuela del más alto fue la que le heredó el gusto por la magia negra al ser una bruja—. Lo leí tantas veces que me lo sé al revés y al derecho.

—Pues ya, comencemos —Luhan por primera vez se percató de la presencia de Baekhyun, alguien que no era precisamente parte de su grupo, pero que también practicaba la magia negra—, todos debemos volver a casa para no levantar sospechas.

Todos se tomaron de la mano y se posicionaron alrededor de las velas, Chanyeol comenzando a soltar palabras en latín y Baekhyun uniéndoseles después. Los chicos restantes cerraron sus ojos y emitieron otras palabras para concentrar sus energías, percibiendo la tensa atmósfera que los rodeó y la inestabilidad en las llamas de las velas a sus pies.

Luhan sintió algo dentro de sí, un peso extremadamente fuerte que rodeó su corazón y lo apretó, sobresaltándose cuando sus latidos se dispararon. Kyungsoo tuvo la misma reacción, al igual que Chanyeol, pero todo se tornó extraño cuando Baekhyun soltó un quejido de dolor y soltó el agarre de sus manos para terminar cayendo sentado en el suelo, mirando con un ceño fruncido hacia todos lados.

Jongdae, quien no había sentido mucho y se asustó con la caída del otro chico, abrió los ojos y soltó sus manos al darse cuenta de que algo extraño había sucedido.

—¿Chicos? —Junmyeon se observó con Jongdae antes de mirar a Luhan y a Kyungsoo, ambos completamente sobresaltados— ¿Qué sucedió?

—¿Ustedes no lo sintieron? —cuestionó atónito Chanyeol, tocándose el pecho con temor.