Capítulo 16: Cartas en la mesa.

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La cuerda alrededor de sus muñecas comenzaba a hacerle daño la sensible piel de la zona, manteniendo sus brazos incómodamente estirados y su ser recluido entre aquellos dos arboles dentro de aquel oscuro bosque únicamente iluminado por la pequeña fogata a unos metros de donde se encontraba.

Veía varias sombras irreconocibles de ojos rojos acercarse y le inquietaba de sobremanera la intensidad con la que estos la veían, frustrándole el estar totalmente vulnerable y a merced del mundo.

—Vamos, brujita, despierta antes de que llegue a ti.

Conforme los ojos rojos se acercaban y el calor de lo que en un principio era una pequeña fogata comenzó a provocarle calor y la falta de oxigeno en el ambiente, hizo un rápido intento de librar sus brazos del agarre de la cuerda, sintiendo el roce de esta en la irritada zona donde se cernían contra su piel.

—Vamos, ¿No que eras más fuerte de lo que me imaginaba, querida?


Los espasmos de su cuerpo eran notables y su ceño fruncido hacían honor a la pesadilla de la que estaba siendo víctima. Su cabeza se movía de un lado a otro y sus brazos intentaban zafarse de algo creado por su mente, pero que se sentía tan real que le estaba costando respirar.

Con una gran bocanada de aire se incorporó rápidamente en la cama, mirando hacia la oscuridad de su habitación con desesperación al haber sentido que le faltaba el aire. Se llevó una mano al pecho y esperó a calmarse un poco antes de notar unos intensos ojos rojos que le observaban del otro extremo del cuarto, sintiendo su piel erizarse.

—Dios santo...

—Tuve la cortesía de darte una bienvenida y me alegro que te haya sorprendido.

Sejeong abrió los ojos como platos porque sabía que hacía referencia a esa horrible pesadilla, hecho que la inquietó de sobremanera y que el demonio frente a ella captó con satisfacción.

—¿Quién mierda te crees? ¿Una heroína de almas o qué? Sabías que era peligroso meterte en mi territorio y aún así lo has hecho.

Sin embargo, pese a que el miedo de todo lo que acababa de pasar le estaba haciendo temblar las manos, el coraje dentro de su corazón era igual de fuerte y no se haría ver menos en ese momento.

—Voy a salvar a Sehun de tus asquerosas manos y te exterminaré.

La risa de Luhan se hizo escuchar entre las cuatro paredes, totalmente incapaz de creer lo que la chica le había afirmado con tanta seguridad.

—Estarás muerta antes de que eso pase, cariño.

—¿Quieres apostar, demonio?

Si había algo que apreciaba el pelinegro era la valentía y admitía que la brujita tenía una convicción demasiado fuerte gracias a sus agallas, pero aquello no le hacía simpatizar con ella y tampoco se daría el caso jamás.

Sejeong sintió de pronto un calor sofocante dentro de la habitación y miró expectante los ojos llameantes del ser maligno, retándolo con la mirada.

—Te doy veinte días para que encuentres la manera de salvar a Sehun y exterminarme, si no lo logras hasta el día veinte antes de la media noche date por muerta.

Y sin más que agregar, los ojos rojos desaparecieron al igual que el calor, dejando a una muy aturdida Sejeong en el frío y soledad de la madrugada, pero con un mensaje bastante claro grabado en su cabeza: tenía veinte días o moriría.





Coffee with a demon » hunhan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora