Coffee with a demon » hunhan.

Capítulo 19: Concordia.

Ryujin sonrió al notar la cabellera castaña que se mecía conforme el chico venía trotando hacia donde se encontraba ella sentada, realmente esperando que llegase, pero no tan rápido como lo notó al notar que tan sólo diez minutos bastaron para tener su presencia enfrente.

Respirando agitado y con un torbellino en su mirada, ella no se inmutó en lo más mínimo y se limitó a palpar sobre la superficie de madera para indicarle al alto que se sentara.

—¿Cómo sabes de Luhan? —fue lo primero que Sehun quiso articular cuando su respiración se lo permitió, sediento de tantas respuestas que, claramente, la pelirosa tenía por revelarle.

—Primero que todo, no vas a interrumpirme hasta que deje de hablar, ¿Entendido?

Un asentimiento ferviente fue lo único que le bastó para cerrar los ojos y tomar un largo suspiro, preparándose para todo lo que debía contarle a Sehun.

—¿Crees que yo no tenía en mente hacer un pacto para salvar mi vida? —Sehun se sorprendió con eso, a lo que la chica sólo rió de manera amarga— Jamás se me pasó por la cabeza que tú lo harías primero que yo y de eso me enteré cuando a las tres de la mañana dentro del baño de mi habitación del hospital se me apareció un demonio diciéndome que no podían concederme un deseo ya pedido.

» Mi demonio me dijo que tú lo habías pedido unos minutos antes y que en cualquier momento llegaría el demonio al que le diste tu alma para notificarme de ello. Luhan llegó entonces, diciéndome que le habías dado su alma por curarme el cáncer y que, cuando el trabajo estuviese hecho, debía alejarme definitivamente de ti.

Atragantándose con su propia saliva, Sehun comenzó a toser y Ryujin le dio unas cuantas palmaditas en la espalda hasta que se recompuso, luciendo demasiado atónito.

—¿Q-qué? ¿Luhan hizo que te fueras...?

—¿Nunca le has preguntado a Luhan como funcionan los pactos? Un demonio no te dirá que por concederte un deseo están obligados a arrebatarte algo, incluso tu propio deseo en algunas circunstancias —Sehun la miraba con la misma expresión y ella no pudo evitar sonreírle, un sentimiento de tristeza albergándose en su pecho—. La condición de tu pacto con Luhan fue que me apartara de tu vida y el demonio con el que iba a hacer le pacto me ofreció otro pacto a cambio para no irse con las manos vacías.

—¿Qué pacto hiciste?

—Él... él me ofreció pactar estabilidad en todos los ámbitos para ti y no dudé en aceptarlo, Hun, y como Luhan estaba allí presente no hizo falta notificarte porque, al ser prácticamente tu dueño, él manejaría tu destino desde ese entonces. Te imaginarás cual fue la condición de mi demonio.

—Mierda...

—De todas maneras, le pedí a Luhan que no te dijera nada, sabiendo que era mejor que me odiaras y te olvidaras de mi a que vivieses para siempre con nuestro amor imposible guardado y con pensamientos negativos que en nada te ayudarían.

Incluso si ya no la amaba, dolía, dolía tanto que tuvo que despejar su mente y cerrar los ojos para digerir toda la información que, para ser sincero, hubiese preferido no saber.

—Pero, en fin, no te busqué tantos días para hablar sobre que ya no puedo verte jamás en la vida —por más triste que era todo, ella rió y le dio un pequeño golpe en el brazo a su exnovio—. Kyungsoo me permitió venir a verte por algo que a él le interesa y eso es Luhan. Él está en peligro, Sehun, y debo hacerte entrar en razón para que puedas salvarlo.