Reaparecer en su dimensión y verse sumido en la total oscuridad de su hogar provocó una sensación que ni el mismo podía definir, simplemente que todo el calor de su interior se atenuó hasta un punto donde era casi imperceptible, llevándolo a recordar el cautiverio que él mismo se obligó a tener.
¿Cuándo dejó de recordar aquel frío? Desde que el alma de Sehun estaba en sus manos se sentía tan cálido que le era algo habitual hasta el punto de lo indispensable.
Se puso cómodo y dispuso a cerrar sus ojos, queriendo meditar un cuanto rato hasta que varias cosas dentro de su cabeza se aclarasen.
¿Le había molestado que Sehun lo ignorara? Si, demasiado, porque un demonio amaba la atención y el ver que pasara por alto su imponente presencia hirió su ego de una manera monumental. Todos los seres demoníacos que vivían una situación así le hacían la vida imposible a su humano, ya sea en el mismo momento o de manera gradual en señal de venganza.
Sin embargo, y muy a su pesar, él no le haría la vida imposible a Sehun porque sabía que ya se lo estaba haciendo, conocía al humano como para saber su verdadera debilidad: su presencia, las punzadas en su cabeza con cada llamado mental que le estaba haciendo en ese momento se lo confirmaban.
No se vengaría, no le nacía hacerlo por muy demonio que fuese. Tal y como se lo repetía Henry "eres el demonio menos malévolo que conozco" y no podía acertar más en ello, debiéndose en su totalidad a su falta de experiencia como tal porque Sehun era su primera experiencia real como uno.
―Si fuese más malo, ¿Me sentiría de esta manera?
Y no pensó nada más, dejándose llevar por el absoluto silencio de su guarida hasta que otro día en la otra dimensión comenzase.
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El reloj marcaba pasado las dos de la mañana y el insomnio saludaba cordialmente al castaño tendido sobre su cama, sin poder dejar de mirar el techo y con su infaltable lista de reproducción que sonaba melodiosamente entre las cuatro paredes.
Desde hacía mucho tiempo dejó de intentar comprender muchísimas cosas y que simplemente fuesen como debían, mientras él no se viese afectado no importaba en lo absoluto. No obstante, en ese momento estaba demasiado tentado a llamar a esa agradable central de ayuda para pedir algún maldito manual que le explicase la forma de ser de su demonio.
― ¿Por qué se fue así como si nada?
―Los demonios odiamos que nos ignoren, Oh Sehun.
Pegó un brinco al escucha aquella voz muchísimo más grave que la de Luhan, dándole a entender que un intruso se encontraba justo allí en su habitación. Con el corazón en la mano se reincorporó en la cama y sus ojos abiertos de par en par observaron la imponente figura de un ser muchísimo más alto que Luhan, mirándolo con cierto toque de gracia.
―Maldito infierno, ¿Quién mierd-...
―Lograste que un demonio se pusiera triste.
Enmudeció, a primeras captando de quien hablaba aquel ser.
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Coffee with a demon » hunhan.
FanficLa vida de Sehun era común y corriente, un universitario más del montón con un trabajo de medio tiempo y un pequeño departamento. Sin embargo, todo se vuelve un caos cuando una mala decisión lo condena a ser acechado por un encantador demonio que am...