Taehyung, ¿Dónde está mi pasaporte? [KookV]

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La luz del sol entraba por la gran ventana de la habitación, la cortina en forma de corazones hacia que el reflejo de los mismos se posaran en el rostro angelical de su esposo, una sonrisa adorno sus lindos labios, su mano comenzó a acariciar los cabellos lacios de su chico, sintiendo la respiración tranquila del mismo, notando lo dulce que se veía cuando dormía boca abajo.

– ¿Porque estas tan feliz? – Jungkook hablaba tranquilo cuando comenzó a despertar, su voz era algo rasposa debido a la gran cantidad de alcohol que había bebido una noche anterior, sin contar la gran migraña que tendría.

– Porque estamos juntos. – Taehyung respondió dulcemente. – Porque ahora puedo decir que soy el hombre más afortunado, y porque ya quiero abrir nuestros regalos de boda.

– Mi amor, llevamos un día de casados, tenemos una vida por delante para abrir esos regalos, ahora vuelve a dormir. – sonrió para acomodarse en la cama, pasando sus brazos por la cintura de su chico, para atraer el cuerpo de su esposo y comenzar a besarlo dulcemente.

Cuando Taehyung conoció a Jungkook fue la típica historia de amor adolescente, el chico rudo de la escuela con el chico tranquilo de la misma, se conocieron gracias a que Taehyung le soltó una cachetada debido a que habían dicho un piropo de mal gusto, pero lo gracioso fue que Taehyung había golpeado al chico incorrecto, ya que Jungkook no fue el del piropo, si no su compañero de clase.

Fue en ese momento hace cinco años que su historia comenzó, Jungkook estaba por cumplir dieciocho y se iría a la universidad, pero eso no fue una barrera para que su amor siguiera, todo era color de rosa para ambos.

Ahora estaban en la misma cama, después de cinco años que ambos habían dado el gran paso: casarse.

Taehyung estaba enamorado del chico q de sus sueños, sabía que vivirían por la eternidad ese amor que cada día se mostraban, el amor de verdad, un amor sano y delicado, un amor real.

Pero entonces un foco iluminó su cabeza, y el golpe a la realidad llegó, solo había sido un recuerdo, su mente lo estaba traicionando.

A su lado ya no había esas cortinas de corazón, ya no había sol y el cuerpo a su lado ya no estaba.

Un Taehyung de veintiséis años se estaba levantado de la cama, sus pies descalzos tocaron el piso frío y sintió un escalofrío recorrer, comenzó a caminar al baño para hacer su rutina, limpiar su rostro, arreglarse para Jungkook y esperarlo cuando vuelva del trabajo, ya que el trabajaba desde casa.

El timbre se escucho y sonrió al ver de quien se trataba, su pequeña sonrisa se hizo presente.

Park Jimin y Kim Namjoon, sus dos mejores amigos, ambos llevaban una relación estable, y tenían una pequeña niña de cinco años y un bebé de ocho meses, ambos habían perdido a sus padres biológicos y la pareja de casados había decidido adoptarlos.

– Buenos días. – Jimin saludo con una gran sonrisa, entrando para dejar las cosas en el sofá y a su pequeño bebé en la cunita que tenían en casa de Taehyung. – Hoy llegaremos más temprano, ya que estamos por tener vacaciones.

–Claro, no hay problema, cualquier cosa yo les avisare. – Taehyung sonrió, tomando a la pequeña Jennie de la manita, Kim Jennie era una dulce niña, a pesar del trauma de la muerte de sus padres se había adaptado muy rápido al círculo social de sus ahora padres, Jimin era su favorito.

– Adiós mi amor, por favor cuida de Tete, ¿si? vendremos más tarde. – Namjoon habló dándole un beso a su hija y después salió de la mano de su esposo.

Taehyung se dedicaba a cuidar a niños, el trabajaba en una guardería pero la guardería había entrado en zona vacacional así que tendría tiempo libre para sus sobrinos.

– Tío Tete, ¿Dónde está tío galleta? – La pequeña preguntó buscando a su tío favorito, amaba mucho estar con Jungkook, ya que su tío le daba muchas galletas a escondidas del tío tete.

– El... – Taehyung se quedaba callado,¿Dónde estaba su esposo? El tampoco lo sabía, su última llamada fue para avisarle que no iría a cenar. – Está trabajando, no debe tardar.

Agradeció que Jennie ya no hiciera preguntas, así que cuando escucho el llanto del pequeño Jackson se levantó para tomarlo en brazos, y acurrucarlo.

Se concentró en el pequeño bebé, su rostro era muy lindo, tenía unas manitas pequeñas y el olor a lechita era lo único que se distinguía, estaba tan centrado en su burbuja, pensando en la familia que podía formar con Jungkook, estaba tan centrado en su burbuja que el beso en su mejilla lo hizo saltar un poco.

– No me asustes de esa manera Jeon. – habló Taehyung al mirar de quien se trataba y sonrió un poco.– Creí que llegarías tarde.

– Sí quieres me regreso. – bromea para sentarse a su lado y jugar con la pequeña Jennie la cual al verlo corrió a abrazarlo.

Taehyung no podía soportar el olor de Jungkook y es que aunque el se negara, sabía que el trabajo no era lo único que existía en la vida de su esposo, se levantó antes de que Jungkook lo abrazara y sonrió tranquilo, dejando al pequeño en su cunita de nuevo, mostrándose seguro para darle la cara a su chico.

Jungkook estaba jugando con su sobrina, ambos reían de un chiste demasiado malo, cuando la pequeña se levantó del regazo de su esposo y corrió directo por sus muñecas, miró las acciones de su chico.

El mayor se levantó mostrando su sonrisa, para acercarse a su esposo, estaba caminando seguro, pero Taehyung había notado algo que no estaba preparado.

Jungkook tenía marcas en su cuello, marcas que el jamás había echo, el perfume que tenía no era de Taehyung y mucho menos de Jungkook, era un olor diferente, era un olor manzana dulce, no se acercaba al Romero de Jungkook y a la vainilla de Taehyung.

Taehyung tembló, pensando en una cosa, "No lo digas, no lo hagas, por favor."

– Mi amor...