Taehyung, ¿Dónde está mi pasaporte? [KookV]

𝙲𝙸𝙽𝙲𝙾. "𝙲𝙰𝙵𝙴́"

"𝙲𝙰𝙵𝙴́"

Tres días habían pasado, tres días en los que Jungkook no se había percatado que su esposo había estado en el hospital, tres días en los que Taehyung comenzaba a llorar hasta quedarse dormido, la fuerza y el brillo que tenía se había perdido completamente y se sentía realmente roto.

La puerta había sonado, terminó de acomodar su cabello y coloco el perfume de vainilla que tanto le gustaba, una sonrisa falsa se acomodo en su cara y abrió la puerta.

- Buenos días. - el chico detrás de la puerta sonrió, mirando a su vecino frente a una a él. - ¿Estas listo?

Taehyung asintió cerrando la puerta, comenzando a caminar tranquilamente, habían decidido salir a tomar un café, Jin prácticamente le suplico que saliera de casa como su médico lo había recetado.

Ambos hablaban de cosas triviales, se dieron cuenta que coincidían en muchas cosas, a ambos les facinaban los niños y odiaban el calor, cuando llegaron a una cafetería cerca del centro de la ciudad, ambos entraron, formándose en la fila para que les dieran una mesa cerca de una ventana grande con pequeñas plantas alrededor de la mesa.

-¿Realmente fue asi? -Taehyung reía por la gran anécdota de Jin, se había dado cuenta que ahora no pensaba en su esposo, si no en su felicidad, se sentía seguro, se sentía en casa, no había nada que lo molestara. - tengo que decir que la pequeña Suni estará amando cada historia.

-¿Eso creés? Tengo un poco de miedo al creer que no seré buen padre, cuando Suni nació creí que Jia estaría conmigo, debido al destino no soporto al parto, y mi mundo se había ido. - SeokJin hizo una pequeña cara de tristeza.- A veces extraño su olor, su precencia, pero se que a ella le gustaría que yo fuera feliz y no pensara mucho.

-Se que serás un buen padre, amas a Suni con todo lo que puedes, he visto como la tratas, con delicadeza y es rara la vez que la escuchó llorar. -sonríe tomando la mano de su amigo sobre la mesa. - Deja de tener miedo.

- Que me dices tu, ¿Quieres tener hijos? - preguntó sonriendo, notando qué Taehyung a sentía con ojos de amor, pero después ese amor se esfumó, soltando un suspiro. - Dije algo..

-No, no. - Taehyung se apresuró negando. -Es sólo que, es un tema delicado, yo quiero tener hijos, pero mi esposo dice que aún no es tiempo y bueno, supongo que jamás será el tiempo.

El tiempo pasó, SeokJin era un amante romántico de los libros de amor, y Taehyung prefería la magia y lo irreal, ambos se divertían y se conocían, los dos tomaban el mismo café así que quizá se llevarían demasiado bien.

Taehyung comenzó a sentir que algo malo iba a pasar, y fue ahí donde se dio cuenta de sus sentimientos, sabía que por alguna razón del destino, el mismo destino le decía que no se moviera, que no jugará, que no se levantará, que no volteara.

Estaba tan perdido en la platica de su amigo, que cuando encontró una cabellera que reconocía a la perfección se puso alerta, las personas comenzaban a juntarse y con sus pequeños ojos lo siguió, se levantó de golpe, y noto que esa cabellera ya no estaba, comenzó a caminar ignorando el llamado de SeokJin, al salir de él café, noto que en la carretera ya había arrancado el auto de su esposo.

Sintió una mano en su hombro, al voltearse, sus ojos estaban con lágrimas, SeokJin abrazo el cuerpo del menor y comenzó a caminar. -Tranquilo, ya pague la cuenta.