"𝙽𝙾."
Taehyung se encontraba terminando de acomodar su parte del armario, SeokJin le había brindado su departamento y le dio una habitación aparte, así que ambos se encontraban acomodando el lugar donde Taehyung viviría temporalmente, su divorcio había sido un éxito, ya que Jungkook había mandando por paqueteria su parte firmada, todo había acabado en cuestión de semanas.
–Tengo que ir al departamento por unas almohadas y decoraciones de mi madre, el señor llamó y comentó que si lo renta el nuevo propietario las tendra. – Taehyung habló mirando a la pequeña suni la cual quería pequeños mimos. – ¿Vas a salir hoy?
–No. – respondió dándose la vuelta y sonreía al ver que Suni se acomodaba en el hombro de Taehyung. – Ve con cuidado, nosotros estaremos aquí.
Taehyung solo se limitó a sonreír, y a darle palmaditas en la espalda de la pequeña, notando que poco a poco se quedaba dormida, camino hasta la habitación de SeokJin la cual tenía una cuna a su lado y la dejo en ella, dejando un pequeño besito.
Miraba el calendario atentamente, ¿1 mes había pasado desde que Jungkook y el dejaron de hablarse? porque como lo dice, Jungkook jamás lo busco, no había señal, y con Yoongi era lo mismo, solo lo llamaba, llamadas sin hablar.
En el mes estuvo constantemente cambiando de vivienda, había estado con Jimin dos semanas, con Soon una semana, pasó por el departamento de Yoongi, dos días con Hoseok, 1 semana con Bogum, y termino con SeokJin, había estado con todos sus amigos, disfrutando todas sus vidas, y ahora quería un espacio empezar de nuevo.
Después de alistarse, tomó las llaves que SeokJin le había dado, y les aviso que llegaría temprano, saliendo de su departamento, tomar el autobús que lo llevaría a su antiguo departamento.
Al llegar una lagrima recorrió por su mejilla, su corazón estaba acelerado, y al ver que la puerta tenía un "En renta", se quedó inmóvil, tomó sus antiguas llaves y abrió lentamente.
El aire estaba entrando por las ventanas, su corazón se sentía en casa, por un momento llegó a sus recuerdos, el entrando y su esposo en la sala esperando, su bonita sonrisa de conejo, poco a poco sus lágrimas bajaban y sentía su respiración faltar.
Con mucha seguridad camino hasta su antigua habitación,donde encontró la caja que le faltaba, estaban las fotos de su abuela, las únicas que tenía, se sentó en la antigua cama y sintió sus ojos llenarse de nuevo.
Con mucha seguridad paso a la cocina, donde dejó la caja en la mesa, y se dio cuenta que ya no había cosas, ¿Jungkook había entrado?, no le dio mucha importancia, estaba concentrado en buscar las palas que su abuela le había dejado, hasta que escucho que la puerta se abría y su corazón se aceleró.
Pasos lentos se escuchaban, la puerta se cerró y entonces escucho como un suspiro que conocía bastante bien estaba comenzando.
Decidió enfrentar su pasado, tomando las palitas de su abuela y su caja, salió de la cocina con la frente en alto, aunque por dentro se moría.
Dos personas con los ojos cansados, dos personas con el alma rota, con el corazón desecho, dos personas se miraban a la cara, y lo primero que hicieron fue abrazarse, abrazaron las palabras al aire, abrazaron el dolor de su pecho, abrazaron lo que les faltaba, el uno al otro.
–Lo siento. – susurro Jungkook dejando un beso en la frente de su chico, un beso alto y doloroso, un beso que necesitaba. –Lo siento tanto, lamento ser un idiota, y un bueno para nada, lamento ser un completo estúpido.