Confusiones amorosas (adrinette y adrigami)

Hacer Galletas

Ese día Marinette había invitado a Kagami y Adrien a su casa, le encantaba hacerse la vida de cuadritos, cuando llegaron la de coletas se encontraba ayudando a sus padres en la panadería, estaba preparando galletas.

Sin poder evitarlo y con permiso de los padres de Marinette, Adrien entro a donde se encontraba la chica preparando las galletas.
Sin poder evitarlo Kagami siguió al rubio.

-Hola Nette, creo que llegamos en un mal momento, cierto?- pregunto Adrien, cosa que sobresalto a la chica, cosa que lo hizo reír a él y Kagami.

-Chicos, hola, je lo siento, creí que terminaría antes de que ustedes llegarán pero no fue así- explico la joven.

Algo qué no paso de largo para la japonesa fue la forma en que el chico le dijo a la joven.

-Nette?- pregunto extrañada.

Adrien asintió y miro a ambas jóvenes- Merit le dice así y bueno se me ha pegado je- explico el rubio.

La japonesa asintió levemente- y bueno, tardarás mucho?- pregunto Kagami.

-Un poco, ya se tengo una idea y si me ayudan a hacer galletas?- exclamó la azabache.

Ambos chicos la miraron con confusión, era bien sabido que ninguno de los dos había alguna ves pisado una cocina o preparado algo.

-No creo que sea buena idea...- respondió un tanto nervioso el de ojos verdes.

-Yo jamás he cocinado cosas dulces, que te hace pensar que lo haré hoy?- exclamó a la defensiva.

-Siempre hay una primera vez...- respondió con una sonrisa de lado.

[...]

-Amacen bien la masa, esto es para que las galletas queden ricas je, después con estos cortadores de figuras, haremos galletas de figuras...- dijo Marinette al momento qué les pasaba algunas figuras.

Para Adrien esto era una nueva oportunidad de aprender algo nuevo y de paso comer galletas que el mismo ha preparado.

Para Kagami era una perdida de tiempo, a ella no le gustaban mucho las cosas dulces, pero al ver el rostro del rubio qué reflejaba entusiasmo, no quiso ser la mala del cuento y apoyo la realización de las galletas.

-Que les gustaría ponerles?, fruta, chocolate, semillas...- pregunto Marinette mientras dejaba en la mesa qué estaban utilizando los ingredientes mencionados.

-Después de que estén les podemos poner a las mías chispas de chocolate?- ante la pregunta que se escucho infantilmente, Marinette rió y dijo que si, obteniendo una gran sonrisa por parte del rubio.

-Y tu Kagami?- la de cabello azabache corto miro lo que estaba frente de ella y encogió los hombros.

-Probablemente almendras...- respondió y tomo un poco, Marinette le indico como ponerlas.

Después de eso, metieron las tres charolas al horno y decidieron esperar.

Mientras esperaban un silencio incomodo se instaló en el lugar. Marinette no sabía como actuar o que decir, Kagami tampoco sabía como actuar, jamás se imagino estar en una situación como esa.

Sabine entro a ver que tal iban y al notar el ambiente sonrió y miro a Adrien.

—Adrien cariño, me podrías ayudar con esas cajas?— hablo amablemente la de ascendencia china, el de ojos verdes acepto y salió junto a la mujer.

Marinette soltó un largo suspiro y fue a revisar las galletas. Kagami aun seguía en una postura recta y con los brazos cruzados, ahora que estaban solas no sabía que preguntar.

—Kagami, todo bien?— pregunto Marinette, al ver a la chica ausente.

—Si,todo bien... Solo me puse a pensar en que todo esto es tan... Inverosímil...— respondió.

—Te entiendo...— susurro.

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Después de 40 minutos aproximadamente, en los cuales, Sabine y Tom, acapararon al rubio por completo.
Las galletas estuvieron listas, Marinette saco una a una las charolas y les dijo que esperarán un poco para poder tomarlas, en el caso de Adrien, le indico como poner las chispas de chocolate.

El rubio estaba feliz, por que el mismo había hecho sus propias galletas, por su parte Kagami, tomaba eso como una nueva lección.

La verdad es que no había sido tan malo después de todo el hacer galletas guiada por Marinette no había sido una mala experiencia.

—Quedaron deliciosas!!!!— exclamó alegre el rubio, sacando un par de carcajadas de las azabaches— gracias por enseñarme a hacer galletas, Nette...— pronuncio antes de seguir devorando sus galletas...