Beautiful Stranger | Roger Taylor

Some Day, One Day

Advertencia: Cuando vean la negrilla a mitad de capitulo, reproduzcan el vídeo de multimedia o véanlo después en Youtube.

24 de abril, 1974.

Desde hacía diez días que no había tenido ninguna visita de los chicos en la cafetería, ni siquiera de su novio Roger, quien era un adicto a la comida de ese lugar, se había aparecido por ahí, todo debido a que el comienzo de la gira estaba a la vuelta de la esquina por lo que ellos debían de realizar un par de preparativos y practicar algunas cosas para que las cosas salieran perfectas en la gira, sobre todo porque Freddie, siendo un perfeccionista de primera, era el encargado de que ninguno saliera de las prácticas hasta que él estuviera satisfecho con todo.

O eso pudo presenciar ella en una visita que realizó al estudio hacia dos noches luego de que Roger le pidiera que fuera porque extrañaba a su novia y quería aprovechar aquel momento, ya que ambos hablaron sobre que harían ahora que la banda tenía una gira, no iban a verse por un par de meses y eso definitivamente los tenía algo tensos, Roger quería que Dianna fuera con ellos, mientras ella le decía que tenía un trabajo que mantener.

“Conmigo a tu lado, no debes preocuparte por dinero o trabajo”. Habían sido las palabras de Roger las que marcaron esa noche, sin embargo, ella no pudo refutar a nada de eso, ni siquiera burlarse, puesto que Freddie se llevó al rubio de la oreja para que tocara la batería.

Por supuesto, eso inició una pelea entre intérprete y baterista en la que Brian y ella debieron intervenir eventualmente si no querían que una de las baquetas de Roger terminarán en un lugar indeseado para Freddie.

Dianna tampoco se había quedado de brazos cruzados sin hacer nada, su trabajo en la cafetería era estable, pero no era algo que amaba hacer, recientemente, Miranda le había dicho de que necesitaban una suplente para su papel en la obra en la que actuaría como protagonista, por lo que ella no dudó en audicionar, cantando una canción característica del musical y encantando a todos con su presencia en el escenario y su voz.

Sin embargo, aquello había traído una riña entre Miranda y ella.

No solo por la canción que había cantado, la cuál era un himno para la castaña, sino porque el productor de la obra había quedado tan encantado con Dianna que pensaba darle un papel en la obra y no tenerla como suplente.

Aquello no le sentó tan bien a Miranda, y ella se lo había hecho saber en cada momento a partir de su audición, llamándola "traidora" y "aprovechada" y haciéndole la vida imposible en cada uno de los ensayos, llegando a sacarla a empujones de su camerino y tratarla "como la suplente que es y que siempre será".

Sinceramente, aquella actitud le estaba cansando a Dianna, sobre todo cuando la tensión y rivalidad entre ambas llegó al ambiente de la cafetería, por culpa de Miranda y, por supuesto, de la lengua de plata de Dianna.

—No lo entiendo —Aaron, su hermano que en esos momentos se encontraba sentado en la barra tomando un batido, miraba como la castaña trataba de matar a su hermana con la mirada—. Ella te dijo que audicionaras, no entiendo porque hace drama ahora.

—Porque es una inmadura, y una egoísta y una enana dramática que cree que el mundo gira alrededor de ella y que todos aplaudiremos y haremos lo que ella nos pide —Dianna ya había notado la mala mirada de la que era víctima, pero ni perdería su tiempo dándole importancia, sabía que aquello le dolería a la castaña más que un insulto.

—¿Te he dicho lo adorable que eres cuando te enojas? —Aaron ladeó su cabeza hacia un lado, antes de que Dianna le arrebatara el batido para tomar—. Claro, hermanita, puedes tomar, no tengo ningún problema con eso.