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-YOONGI donde estas? ayúdame por favor-

El pelinegro entró  corriendo a la cocina después de escuchar que le llamaban, quedándose congelado al observar en la situación que se encontraba su novio, su hijo había crecido demasiado en el pequeño cuerpo de su amado, haciéndolo ver como una adorable masita de ternura, por lo cual le era imposible agacharse y levantar una zanahoria fugitiva y esto no era todo, el menor no podía abrocharse los zapatos o bañarse por si solo, la cual era de las tarea que más sufrimiento traía a Yoongi, pues en esos meses que habían pasado Jimin no lo dejaba tocarlo íntimamente, más allá de besos que pronto subían de tono y que el rubio cortaba de inmediato, al ver el exquisito y bien formado culo que se cargaba  el menor, no pudo evitar repegarsele para que sintiera cuanto este lo amaba.

-ahhh Yooongi! que haces? ven y ayúdame a juntar esa estupida zanahoria que no la alcanzo-

-yo tampoco la alcanzo amor- Yoongi solo se inclinó sobre Jimin sin despegar ni un centímetro su despierta entrepierna de la calidez del cuerpo ajeno y solo estirando su brazo hacia la zanahoria que se encontraba aun en el piso huyendo de un muy embarazado Jimin.

-deja de bromear Min, ahmg me estas aplastando-

-oh bebé por favor déjame hacerte sentir bien- le dijo mientras besaba su cuello y repegaba aún más su miembro duro en él-

-ahh Min estoy horrible como puedes siquiera pensar en eso-

Yoongi se tensó al escuchar eso, con la fuerza necesaria tomo a esa adorable pero terca masita sexy y la llevo en brazos hasta su dormitorio, se habían mudado a un piso más grande el cual incluía un salón privado para Jimin, para Yoongi una oficina para trabajar desde casa y cuidar apropiadamente a su pareja y claro el cuarto del bebé, el nuevo lugar era grande y hermoso, Yoongi solo quería darles lo mejor.

-que diablos haces Min, la comida no se hará sola, ya bajame, debo pesar un montón, te lastimaras-

El mayor lo dejó sobre su cama y lo nalgueo sacandole un grito de sorpresa al rubio.

-que no te vuelva a escuchar expresandote así de la madre de mi hijo, él es el ser más hermoso y sexy sobre la faz de la tierra no tienes idea de lo azules que se encuentran mis bolas en estos momentos por que el muy desalmado no me deja tocarle-

-Yoongi pero estoy gordisimo-

PANK! PANK! Eso le gano dos golpes más.

-que te he dicho, eso ya no lo dejaré pasar-

Yoongi le bajo con cuidado el pantalón que Jimin usaba y empezó a salivar, al ver la deliciosa y palpitante entrada del menor, esta era pequeña y rosada justo como la recordaba, paso su lengua por ahí.

-ahhh no hagas eso no me eh bañado-

Yoongi lo sujeto con fuerza de  la cintura obligándolo a quedarse como estaba y dejarse devorar justo como él lo anhelaba, el mayor lo preparó con tanto amor que Jimin empezó a llorar, el pelinegro al darse cuenta de esto se detuvo al instante muy preocupado.

-amor te lastime discúlpame, soy un idiota no lo volveré a hacer, perdóname por favor-

Jimin al verlo tan afectado lo abrazó y lo llenó del mismo amor que Yoongi le daba a él.

-no me has lastimado, pensé que por estar así de gordo ya no me encontrarías sexy, discúlpame tu a mi, cariño-

-no se de que hablas Park Jimin, eres lo más hermoso que conozco, siempre amanezco empalmado por tu culpa siempre tengo tu hermoso culo apresando mi pene sin que me dejes meterlo en él, sabes cuanto sufro por esto, yo pensaba que no me dejabas tocarte por el bebé, por eso no te había molestado antes pero ahora que se lo que pasa de esta no te salvas!-

-Ahh Min-

Mi Peludo Y Pervertido Roomie Donde viven las historias. Descúbrelo ahora