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»Cuatro semanas después»

Daniel

Estaba nervioso, estar afuera de la casa de Valentín a punto de decir lo que siento por él no es algo fácil sabiendo que mi amiga sigue estando en medio de cierta forma.

Le mandé un mensaje avisándole que estaba afuera, no le quise decir que iba a venir porque me iba a terminar arrepintiendo.

Me llegó un mensaje de él diciéndome que no estaba en su casa, y no iba a llegar hasta la noche, también me puso que me pasaba a ver él cuando se desocupe o sino que nos veíamos mañana.

«Puede ser una señal»

Negué y volví a mi casa, por lo menos iba a tener tiempo para volver a analizar por vez mil qué decirle que Valentín.

Al ratito de haber llegado a mi casa, recibí un mensaje de mi mamá preguntando si estaba desocupado y en mi casa y le respondí un "sí", no esperé mucho que llegó con un paquete de magdalenas con relleno de dulce de leche.

—¿Cómo andás, hijo?. —me dio un beso en el cachete y se adentró al departamento.

—Bien, ma. ¿vos?.—asintió y se sentó en el sillón mientras abría el paquete—¿Qué hacías?. —hizo un ademán con la mano.

—Nada, iba a ir a la casa de Mariela pero me dijo que no podía a última hora, así que pensé en venir a verte. —me sonrió.

—O sea que me venís a ver ¿solamente porque te cancelaron?. —me hizo montoncito.

—No, boludo. A parte si yo no vengo, vos ni te acordás de mí.—me retó y señaló con el dedo índice—Prepará el mate. —fui a la cocina, puse la pava y preparé el mate.

—¿Lo querés dulce o amargo?. —pregunté cuando vi que apareció y se apoyó en el marco de la puerta, ya que lo tomamos de las dos maneras.

—Como quieras vos.—asentí, iba a llevar el azúcar por si a último momento se le ocurría tomar dulce —¿Vamos al sillón?. —levantó levemente las cejas para que respondiera a su pregunta.

—Sí, a menos que te quieras quedar acá. —negó.

—Me duele un poco la espalda, estuve limpiando un mueble, estar tanto tiempo agachada me hizo mal, me parece que me está jodiendo el ciático. —no acomodamos en el sillón y empezamos a comer las magdalenas y tomar mate, al final se decidió por el dulce.

(...)

Ya se había hecho bastante tarde, para ser más claro era una buena hora para cenar dicho por mi mamá, porque yo ceno cuando me da hambre.

Se quedó a comer y a cocinar un poquito también, yo no sé hacer nada muy elaborado y cuando tengo la oportunidad de que mi mamá tenga ganas de cocinar cuando viene a mi casa, aprovecho.

Fuimos a comprar al mercado todas las cosas que necesitaba para hacer ñoquis, era veintinueve, una vez que tuvimos todos lo ingredientes volvimos y me empezó a explicar como se hacían, por lo visto era mucho trabajo, dudo hacerlos alguna vez. A parte los de mi mamá son re ricos.

Escuché que sonó mi celular desde el living y lo fui a buscar, me estaban llamando, era Valen.

*Llamada*

—¿Hola?. —atendí la llamada esperando una respuesta del otro lado.

—Al fin, nene. Estoy afuera, ¿me abrís?. —hice un ruido afirmativo y corté.

𝖈𝖍𝖆𝖏á🦅 𝖜𝖔𝖘𝖆𝖓𝖎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora