𝖈𝖍𝖆𝖏á🦅 𝖜𝖔𝖘𝖆𝖓𝖎

27

Valentín

Habían momentos en los que me seguía afectando lo de mi tío, aunque no pasó mucho ni éramos muy unidos. Pero soy consciente de que no vale la pena preocuparme por personas que solamente quieren verme como ellos quieren que sea.

—Amor.—dejé de acariciar el pelo de Dani, ni se mosqueó, seguramente se había quedado dormido. Agarré delicadamente su cabeza y la apoyé en la almohada, quería ir a tomar agua.

—¿Qué pasó?. —habló con los ojos cerrados y sonriendo. Hice un ruido negativo para que siga durmiendo.

Fui a la cocina y me serví un vaso de agua, fui hasta la ventana y la abrí para mirar hacia afuera. La noche estaba re linda, un poco fresca, pero linda y bastante tranquila comparando con otros días.

—¿Valen?. —escuché la voz de Dani sorprendiéndome. Se me cayó un poco de agua por la ventana, miré hacia abajo asegurándome que no haya mojado a alguien, era lo único que me faltaba. Le sonreí—¿Qué te pasó que te levantaste?.

—Nada no tenía sueño. —se colgó de mi cintura apoyando la cabeza en mi espalda, empecé a sentir su respiración cada vez más relajada—Dani, no te duermas, amor. Vení, vamos. —lo agarré de la mano y tiré de ella para empezar caminar hasta mi pieza.

Nos acomodamos y nos tapamos con el acolchado, agarró mi mano y la llevó a su cabeza.

—¿Me hacés mimos, por fa?. —sonrió cerrando los ojos.

Empecé a acariciarle el pelo, después bajé hasta su frente y dejé un beso, toqué el contorno de su cara con el dedo índice, pasé por el lunar que tiene en el cachete derecho, por en cima de su labio que se empezaba a notar el crecimiento de su barba, toqué donde hace unas horas tenía su arito.

Metí los brazos abajo de la frazada, abracé a Dani y me dispuse a dormir, sino no me iba a despertar más.

(...)

—¿Sabés que estaba pensando?. —habló distraído. Hice un ruido con la boca para que siga hablando mientras tomaba el mate—Que, ¿viste que le contamos a tu mamá de que estamos saliendo?. —asentí y cebé otro mate para entregárselo—Bueno, estaba pensando en contarle a mi mamá—sonreí.

—Me encantaría, todo a tu tiempo. —me acerqué y dejé un pico en sus labios.

—Sos muy lindo.—me agarró por las mejillas dejando reiterados besos por toda mi cara—Después le escribo para saber cuando podemos ir.—se movió un poco incómodo.

—Eu, no te sientas obligado a a contarle todavía, solamente porque le dijimos a mis papás.—negó.

—No es eso, pero me da cosa que se enoje, pero ese es el mismo tema por el que le quiero contar, si le digo y se enoja pasamos los malos momentos una sola vez. —me sonrió de costado. Negué e hice que me mirara.

—Dani, tu mamá te adora. Por más mala o buena decisión, como estar conmigo por ejemplo,—me hice el canchero —ella nunca, pero nunca de los nunca nunqueros —frunció los labios—te va a dejar de querer. Te ama a montones, y a mí también—hablé obvio—se va a poner contenta no, contentísima.—me abrazó.

—Ahora le escribo.—dijo sonriendo—Y vamos en seguida. —por más que Silvia fuera un sol, no sabía cómo se iba a tomar que fuéramos pareja—Si nos cambiamos ahora y salimos, llegamos para que haga alguna de sus comidas. —se levantó y lo perdí de vista cuando salió por la puerta de la cocina.

Dejé en la mesada el mate y en la hornalla la pava. Fui a mi pieza y vi a Dani terminándose de vestir, yo empecé a hacer lo mismo.

—Paso al baño. —me avisó, estaba muy motivado, lo que me hacía sentir igual. Me levanté y esperé a que saliera, así podía entrar yo—¿Ya estás?. —negué.