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Daniel

Me desperté abrazando a Valen, sonreí inconscientemente, cerré los ojos y me dediqué a apreciar el momento.

Me paré y me dirigí al baño, me lavé los dientes y la cara, y volví a la pieza, Valentín seguía durmiendo, así que sin que se dé cuenta me volví a acostar, pero más alejado y sin tener roce alguno.

Suspiré.

Ya me había dado hambre, sin embargo me dediqué a observar a Valen, la respiración profunda y tranquila, sus labios cerrados que movía a cada rato, las pestañas largas, tocándo los pómulos, el pelo todo desaliñado y sobretodo:

El arito.

Ese arito que a pocas personas les suele quedar bien, a él. Resalta su mirada. Valentín no sería él sin su arito.

Libertad, rebeldía y confianza interna, son tal para cual.

Sentí que se empezó a mover, giré la cabeza mirando el techo.

—Buen día. —volví la vista hacia él, tenía los ojos hinchados y una leve sonrisa. Largué una risita.

—Buen día, Valen. ¿Cómo dormiste?. —ensanchó la sonrisa.

—Bien, ¿vos?. —asentí. Nos quedamos mirando un rato, hasta que me sentí incómodo.

—¿Vamos a comer?. —hizo una mueca dándome a entender que no quería levantarse. Se estiró entre quejidos.

—Bueno, vamos. —se paró, se volvió a estirar y empezó a caminar hacia la entrada de mi pieza y frenó cuando escuchó mi voz.

—¿No te vas a vestir?.  —si seguía así iba a tener un problema.

Odio que Valentín me esté provocando tantas cosas, con tres besos solamente, estoy confundido, y para colmo él solamente se lo toma como un chiste. Y en el medio de todo ésto está Kiari, porque aunque Valentín se tome esto como un juego, le fue infiel.

—¿Te molesta?. —negué, mientras él seguía hablando —Pasa que tengo calor, pero somos amigos ¿no?. —me dediqué a mirar el piso y asentir —¿Te pasa algo?.

Y ahí fue cuando la sensación que tenía en el pecho explotó y salió por mi boca en forma verbal. Tenía toda una mezcla de sensaciones, confusión, culpa, y cierto odio hacia mí, por no saber lo que me pasa o poder controlarlo.

—Sí, —frunció el ceño —estoy confundido, Valen. No entiendo.

—¿No entendés, qué?. Tengo calor, pero si te molesta me visto, no pasa nada. —largué una risa sarcástica y me refregué la cara.

—No es por eso, Valen. Es por vos, no exactamente por vos, por la situación. La primera vez que nos besamos estuvimos en acuerdo que fue un error, pero ¿la segunda?, ¿o la tercera?, ¿en serio vos creés que se puede tropezar con la misma piedra tres veces?. No jodamos. —solamente se dedicaba a mirarme y hacerse el desentendido —Vos estás jugando con los sentimientos de una persona hermosa que es Kiara, ella por vos da todo y vos venís acá y ¿me besás?, está bien que seamos amigos y todo eso, pero los amigos no hacen esas cosas, Valen. Y si lo hacés conmigo ¿con cuántas personas más le podés meter los cuernos?. No me quiero imaginar. Y sobretodo me confundís a mí, yo no me quiero ilusionar y mucho menos engancharme con vos, con el novio de mi mejor amiga, mi hermana. —aclaré y sentí las lágrimas que caían por mis mejillas.

Me senté en la cama tapándome la cara, no quería que me vea llorar, sentí como se hundió y Valen pasó su brazo izquierdo por mi espalda y la empezó a sobar.

—Dani. Eu.  —me agarró la mano con la que me estaba tapando la cara, para que lo mirara —Yo no quise lastimarte ni a vos, ni a Kiara, pero me salió así, no puedo controlar lo que me pasa cuando estoy con vos, pero también quiero... amo a Kiara y no la pienso dejar. Si a vos te moleste que te chape lo dejo de hacer, y también dejo de largar los comentarios que te hacen poner rojito. —sonrió con melancolía, me dio ternura.

𝖈𝖍𝖆𝖏á🦅 𝖜𝖔𝖘𝖆𝖓𝖎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora