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Valentín

Había pasado cerca de una semana cuando nos besamos con Daniel después de tanto tiempo, nos seguimos viendo y uno que otro beso nos dimos, es increíble las nuevas sensaciones que voy sintiendo estando con Dani.

—Eu.—movió una mano delante de mi cara —te re fuiste. —se rió, y fruncí los labios bajando la cabeza.

—Perdón, me colgué. —traté de ponerme serio, pero acordarme de Daniel hace que me den ganas de saltar en un solo pie.

—Epa, pillo.—sonrió—¿Qué onda con el enano?.—me sonrió.

—Por eso vine.—frunció las cejas—Quiero pedirle que sea mi...—no me dejó terminar.

—¿Le vas a pedir que sea tu novio?. —posicionó sus manos en su boca—No me lo creo.—asentí un poco tímido—¿Y por qué querés mi ayuda?.

—Te quería pedir ayuda, porque fuiste el primero en enterarse de todo el quilombo y también fuiste ese empujoncito que nos hizo aclarar todo.—asintió.

—Pero los chicos también pueden ayudar, o sea yo te quiero ayudar, me encanta, pero los chicos podrían aportar más ideas.—sugirió, no sabía como decirle.

—Ya sé, Dam. Pero, ¿vos viste cómo nos miran algunos?, está bien que nos jodan con que estemos juntos, pero a algunos de nuestros amigos no creo que les guste la idea de Daniel y yo juntos, solamente con la mirada me doy cuenta.—me mordí en interior de los cachetes.

—Boludo, son tus amigos, en todo momento van apoyar tu relación con Dani, también son sus amigos. A parte ustedes no se volverían hablar si no fuera por ellos, que se las arreglaron para dejarlos solos en el boliche.—asentí, era obvio que no había sido casualidad.

—Sí, no sé. Solamente se me ocurrió hablar con vos. —apoyé los codos sobre mis piernas y mi cabeza sobre mi mano hecha un puño.

—Bueno, ¿y qué tenés pensado hacer?. —me sonrió y alcé los hombros.

—No sé por eso vine con vos, para pedirte ayuda.—me reí nervioso.

—Ponele "¿Querés ser mi cuchurrumin?", cuando busques una peli.—jodió, y se rió.

—Bancá, no es tan mala idea.—negó e hizo un ademán con las manos.

—Es malísima, Valen.—quedó mirando un punto fijo en la pared pensativo.

—Puede ser que sea un poco mala, pero es original, solamente que podría cocinar algo que le guste a él.—se me ocurrió de pedirle la receta a su mamá del pastel de papa, no le iba a comentar nada

—¿Posta le vas a hacer eso?. —asentí.

—Voy a necesitar tu ayuda para cocinar.—largó una carcajada.

—Ya veo venir el desastre.—hice una mueca —Contá conmigo.

—Necesito ir a la casa de la mamá de Dani.—frunció el ceño—Para buscar una receta.

—¿Le vas a contar a ella?. —negué.

—No, si quiere contarle él, que le cuente, yo no me voy a meter. —asintió en acuerdo.

—¿Querés que vayamos?. Porque vamos a estar media hora cocinando.

—Tenés razón, espero que esté en su casa. —nos pusimos una camperita y salimos a la parada de bondi.

El viaje fue bastante largo, nos dejó a unas pocas cuadras de su casa, caminamos la distancia que restaba hasta que llegamos. Golpeé la puerta y después de un rato salió la señora sonriendo.

𝖈𝖍𝖆𝖏á🦅 𝖜𝖔𝖘𝖆𝖓𝖎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora