SweetBarbie » Zayn M. (#2)

veintiocho.

—No vuelvas tocar mi celular sino quieres que no te vuelva a dejar quedarte en mi departamento, eh —Zayn miró a los ojos de su amigo seriamente.

—Ya Malik, no es mi culpa que tu novia sea una lunática —le dio su mejor sonrisa al moreno.

—Tengo que ir al trabajo. Traeré la cena al rato y por favor, no destruyas mi departamento porque todo se lo cobrare a Ashley.

—Yo también te quiero —Harry le mandó un beso.

— ¡Ashley, regresa lo más antes posible! —alzó sus brazos mirando al techo.

—Regresa mañana, Zayn. Hablas como si fuera un estorbo —fingió estar ofendido.

—Sabes que eres como mi hermano pero vivir juntos no funciona —se despidió dándole un golpe en el hombro—. Nos vemos en la noche.

—Adiós, mi vida —Zayn solo rodó los ojos.

Zayn tomó su chaqueta que estaba colgada en una silla del comedor. Sacó del refrigerador una botella de agua antes de salir en su motocicleta a su trabajo. Llegó diez minutos antes al local pero por la buena suerte a él Amanda ya le había confiado unas llaves así que entró para no morirse congelado en la calle.

Cuando entró parecía que estaba solo, sin embargo, una voz peculiarmente conocida salida de esa pequeña oficina le hizo sonreír como un idiota.

Ella se estaba riendo y era una hermosa melodía. Tomó valor y tocó a su puerta, de inmediato ella dejó hacerlo.

B. B. dejó de ver el mensaje que Zayn le había enviado minutos antes. Estaba emocionada que él aunque sea, empezara a querer a SweetBarbie. Se mordió la lengua para no sonreír cuando abrió la puerta.

— ¿Qué? —habló seca y con sus cejas enarcadas.

—Buenos días —dijo Zayn con su típica media sonrisa que en secreto a B. B. la enloquecía.

— ¿Qué haces aquí? —repitió con el mismo tono.

—Trabajo aquí. ¿Y tú, qué haces aquí tan temprano? —se rio y a B. B. le temblaron las rodillas con ese sonido.

—También trabajo aquí, genio. Y hay una cosa que se llama madrugar —sonrió socarrona.

—Bien, aun así buenos días, nena —dijo con cierta alegría y esta vez él le sonrió mostrando su blanca dentadura.

B. B no logró soportarlo y le cerró la puerta en la cara. Se recargó en la puerta y dio un largo suspiro; algún día tendría el valor de besarlo.

lamento haber tardado en subir:(