treinta y nueve.

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El teléfono de Zayn sonó con su típico timbre haciendo que él lo dejara caer de su mano. Se había quedado dormido mientras hablaba con Barbie y aparentemente alguien intentaba contactarlo cuando él seguía en su quinto sueño.

“¿Zayn?”, una vocecilla nerviosa sonó en la bocina.

“Ese mismo. ¿Quién habla?”, su voz era ronca y lenta, hizo temblar las rodillas de B. B. y por poco cuelga el teléfono. Se aferró a su escritorio y tragó saliva.

“¡¿Dónde mierda crees que estas?!”, gritó después de unos segundos. Por suerte su voz salió sin tartamudeos.

“¿B. B?”, preguntó él aun adormilado. De todas las mujeres que pudieran hablarle, ella era la última a la que esperaba.

“¿Ya viste la hora? Dios, Zayn, es imperdonable tu falta de responsabilidad con tu trabajo.”, Zayn dejó su alegría de escuchar esa dulce voz y se concentró en mirar su reloj.

“¡Mierda! Lo siento, nos vemos en un rato, bye.”, dijo antes de colgar y levantarse al tiro de su cama.

Solo tomó una camisa limpia, jeans negros y sus fieles botas. Una rápida visita al baño y luego ya estaba sobre su moto andando a su trabajo.

Por otro lado B. B. estaba de nervios. Zayn y su voz siempre la hacían ponerse de ese modo. Ahora cada noche con ayuda de su segunda identidad, ella y él tenían las mejores conversaciones que jamás se imaginó. Podía comprobar cada día lo que ella siempre supo de él desde el primer momento que lo vio.

—¡Zayn, aleluya! —escuchó a Nina y de inmediato abrió la puerta de su oficina para enfrentarlo.

—Zayn —murmuró lo suficientemente alto para que él la escuchara.

—Hey, me llamó Amanda en el camino, eh —comenzó a acercase a ella poco a poco.

— ¿Ah sí, y qué dijo?

—Que hoy tú eres la jefa, al igual que mañana y pasado mañana, y…

—Y durante una semana. Si, ya entendimos Zayn. —se cruzó de brazos.

—Se fue a un curso a Londres —mencionó emocionada Nina—. ¡Es solo para los mejores tatuares del mundo! —dijo aún más alegre.

—Nina, ¿por qué te vas a trabajar? —insinuó algo molesta B. B.

—Hey, B. B. —la llamó Zayn con una sonrisa impecable y es que a pesar de estar recién levantado, se veía malditamente sexy—. El asunto es conmigo, no te desquites con Nina —chasqueo la lengua.

— ¿Qué tienes que decir por tu irresponsabilidad? —preguntó con el mismo tono de siempre.

— ¿Lo siento?

—Respuesta incorrecta —rodó los ojos.

—Uy, ¿y cuál es el castigo? —murmuró burlón el chico.

— ¡Eres un pervertido! —B. B. hizo una mueca.

—Ya, relájate —Zayn revoloteo el cabello de ella, destruyendo su peinado.

Zayn no se quedó ni un segundo más ahí y corrió a su cuarto de trabajo. Lamentablemente no pudo quedarse a ver cómo B. B. se sonrojaba por su tacto.

SweetBarbie » Zayn M. (#2)Where stories live. Discover now