ㅤfloresㅤ★ㅤshuichi saihara !

⚘ O3 ⚘

    Entraste a la floristería por tercera vez en la semana.

    —Buenos días, señor —saludaste a él anciano que se encargaba de la tienda.

    —Buenos días, jovencita. ¿Viene a comprar otra flor? —preguntó, educadamente.

    —S-Sí, esta vez quiero una Gloxinia —dijiste, con una sonrisa.

    —La Gloxinia significa "flechazo amoroso", ¿sabías?

    —S-Sí, s-sí lo sabía, señor —dijiste, apenada.

    —¿A quién le das esas flores, jovencita? —preguntó, mostrando curiosidad.

    —E-Eh... —bajaste la mirada, avergonzada.

    —Si no me quieres decir, no me digas. Pero, es para una persona especial, ¿no?

    —... S-Sí, le doy esas flores a un chico que... Que me gusta —dijiste, rascándote la nuca.

    —Ya veo, le dices tus sentimientos a través de las flores. Eso es muy lindo. —dijo el señor con una dulce sonrisa. El anciano buscó la Gloxinia más bonita entre todas las que había en la tienda, y cuando la encontró te la extendió con una sonrisa.

    —Gracias, ¿cuánto le pago? —preguntaste, sacando tu billetera.

    —Es un regalo. Suerte con ese chico.

    Le diste una gran sonrisa a ese dulce señor.

    —Gracias.

    Hinata, que te había acompañado, no había dicho palabra alguna.

    —¿Por qué tan callado? —cuando salieron, le preguntaste.

    —(T/A)-san... Akamatsu-san sabe que tú eres la chica que le deja flores a Saihara, ¿sabías?

    Sonreíste levemente.

    —Sí, lo sé, ella me ha estado apoyando en todo esto.

＊*•̩̩͙✩•̩̩͙*˚　˚*•̩̩͙✩•̩̩͙*˚＊

“La Gloxinia significa flechazo amoroso. Muy lindo, ¿no?

Tú me flechaste amorosamente, Saihara-kun.

He visto que te has vuelto alguien más abierto, incluso dejaste tu gorra. Me alegro mucho que ya hayas empezado a confíar en ti mismo. ¡En serio, eso me pone muy feliz!

Te quiero mucho, mucho, mucho.

Att: una chica común y corriente a la que flechaste”

    Shuichi sonrió, ella se había dado cuenta de su cambio.

    Kaede, que también había leído la carta, también sonrió.

    —Akamatsu-san —el peliazul llamó a la pianista, ella lo miró indicando que tenía su atención—. Tú conoces a esa chica, ¿no?

    La rubia guardó silencio y luego sonrió.

    —Sí.