XI

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NARRADOROMNISCIENTE

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NARRADOR
OMNISCIENTE

DURANTE UNOS DÍAS, en la escuela no se habló de otra cosa que de lo que le habían hecho a la Señora Norris. El Filch mantenía vivo el recuerdo en la memoria de todos haciendo guardia en el punto en que la habían encontrado, como si pensara que el culpable volvería al escenario del crimen. Eider le había visto fregar la inscripción del muro con el Quitamanchas mágico multiusos de la señora Skower, pero no había servido de nada: las palabras seguían tan brillantes como el primer día. Cuando Filch no vigilaba el escenario del crimen, merodeaba por los corredores con los ojos enrojecidos de tanto llorar, reprimiendo a los estudiantes que no tenían ninguna culpa e intentaba castigarlos por faltas imaginarias como <<respirar>> o <<estar contento>>. También y por supuesto, Eider no espero ver como Hermione se había hecho amiga de Hydrus y como, Ronald y Harry intentaban llevarse bien con el Black aunque estaban un poco celosos.

Mientras tanto, historia de la Magia era una de las asignaturas que a Eider le gustabaEl profesor Binns, que la impartía, era el único profesor fantasma que tenían, y para la Filch, uno de los puntos que más la emocionaba era oír como hablaba de sus viejos tiempos cuando estaba vivo, a Iza no le gustaba ver como muchos hablaban de que él no se había dado cuenta de que se había muerto. Simplemente, un día se había levantado para ira dar clase, y se había dejado el cuerpo en una butaca, delante de la chimenea de la sala de profesores. Desde entonces, había seguido la misma rutina sin la más leve variación. 

Aquel día fue igual de normal. El profesor Binns abrió sus apuntes y los leyó con tono monótono, hasta que casi toda la clase hubo entrado en un sopor profundo, sólo alterado de vez en cuando el tiempo suficiente para tomar nota de un nombre o de una fecha, y volver a adormecerse. Llevaba una media hora hablando cuando ocurrió algo insólito: Hydrus alzó la mano. 

—¿Señor? 

—Black, Profesor. Pensaba que quizá usted pudiera hablarnos sobre la Cámara de los Secretos —dijo Hydrus con voz fuerte.

Dean Thomas, que había permanecido boquiabierto, mirando por laventana, salió de su trance  dando un respingo. Theodore Nott levantó la cabeza y miró a su compañero de casa, y Neville le resbaló el codo de la mesa.

²EIDER Y LA CÁMARA SECRETA, golden trio era ✓ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora