XIII

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NARRADOR OMNISCIENTE

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NARRADOR
OMNISCIENTE


 

COLIN CREEVEY  HABÍA SIDO ATACADO Y YACÍA COMO UN MUERTO EN LA ENFERMERÍA. La noticia de que habían atacado a Colin se extendió por todo el colegio durante la mañana del lunes. El ambiente se llenó de rumores y sospechas. Los de primer curso se desplazaban por el castillo en grupos muy compactos, como si temieran que los atacaran si iban solos.

Hydrus Black y Ginny Weasley estaban consternados, más bien parecían asustados. Mientras que a Eider le parecía que Fred y George se equivocaban en la manera de animar a su hermana menor, Se turnaban para esconderse detrás de las estatuas, disfrazados con una piel, y asustarla cuando pasaba. Pero tuvieron que parar cuando Izaro los amenazó a ambos con escribirle a Molly para contarle que por los gemelos, Ginny tenía pesadillas. Una semana más tarde, el quinteto de oro cruzaban el vestíbulo cuando vieron a un puñado de gente que se agolpaba delante del tablón de anuncios para leer un pergamino que acababan de colgar. Seamus Finnigan y Dean Thomas les hacían señas, entusiasmados.

—¡Van a abrir un club de duelo! —dijo Seamus—. ¡La primera sesión será esta noche! No me importaría recibir unas clases de duelo, podrían ser  útiles en estos días...

—¿Por qué? ¿Acaso piensas que se va a batir el monstruo de Slytherin?—preguntó Ron.

Se dirigieron deprisa al Gran Comedor. Las grandes mesas de comedor habían desaparecido, y adosada a lo largo de una de las paredes había una tarima dorada, iluminada por miles de velas que flotaban en el aire. El techo volvía a ser negro, y la mayor parte de los alumnos parecían haberse reunido de bajo de él, portando sus varitas mágicas y aparentemente entusiasmados.

—Me pregunto quién nos enseñará —le dijo Eider a Hydrus cerca de su oreja, haciendo que a este se le erizara la piel—. Alguien me ha dicho que Flitwick fue campeón de duelo cuando era joven, quizá sea él.

Ron alejó a su prima del joven Black al ver su acción. Gilderoy Lockhart se encaminaba a la tarima, resplandeciente en su túnica color ciruela, y lo acompañaba nada menos que Snape, con su usual túnica negra. 

—Vamos a colocaros por parejas. Profesor Snape, si es tan amable de ayudarme...

Se metieron entre la multitud a formar parejas. Lockhart puso a Neville con Justin Finch-Fletchley y Eider con Pansy Parkinson, pero Snape llegó primero hasta donde estaban Ron y Harry.

—Señor Malfoy, aquí. Veamos qué puedes hacer con el famoso Potter. La señorita Granger que se ponga con Black. 

Malfoy se acercó pavoneándose y sonriendo.

—¡Pónganse en frente de sus contrincantes —dijo Lockhart, de nuevo sobre la tarima— y hagan una inclinación! 

—¡Varitas listas! —gritó Lockhart—. Cuando cuente hasta tres, ejecuten sus hechizos para desarmar al oponente. Sólo para desarmarlo; no queremos que haya ningún accidente. Una, dos y... tres. 

—¿Asustada, asquerosa traidora a la sangre? —Parkinson hablo, mirando con una mueca de asco a su contrincante.

—Ni un poco —sonrió Eider, burlonamente—. ¿Sabías que los muggles le desagradan tu apellido?

—¿Que dices estupida? deja de hablar estupideces y ataca.

Eider la ignoro y continuo hablando, logrando lo que quería.

Distraerla.

—Parkinson es una enfermedad progresiva del sistema nervioso que afecta el movimiento. se presenta cuando se dañan o mueren las células nerviosas, o neuronas, en el cerebro. Aunque muchas áreas del cerebro se ven afectadas —en cada oración, Eider daba un paso, haciendo que la Parkison se pusiera en modo ataque— los síntomas más comunes son el resultado de la pérdida de neuronas en un área cerca de la base del cerebro conocida como sustancia negra.

Izaro al ver que su contrincante rodaba los ojos con fastidio, alzó su varita y la murmuro el hechizo.

Expelliarmus —la filch se dio la vuelta y tiró la varita de su ahora nueva enemiga, al suelo—. Nunca te distraiga en un duelo o morirás antes de siquiera intentar alzar tu varita, honey boo

—¡He dicho sólo desarmarse! —gritó Lockhart. Eider hizo paso entre la multitud para ponerse al frente con sus amigos.

—¡Tarantallegra! 

Un segundo después, a Harry las piernas se le empezaron a mover asaltos, fuera de control, como si bailaran un baile velocísimo.

—¡Alto!, ¡alto! —gritó Lockhart, pero Snape se hizo cargo de la situación. 

—¡Finite incantatem! —gritó. Los pies de Harry dejaron de bailar, Malfoy dejó de reír y ambos pudieron levantar la vista.

—¿Asustado, Potter? —murmuró Malfoy, de forma que Lockhart no pudiera oírle. 

—Ni un poco —dijo Harry y le guiño un ojo a iza, haciéndole entender que vio su duelo con la Parkinson.

—Tres, dos, uno, ¡ya! —gritó

Malfoy levantó rápidamente la varita

—¡Serpensortia

Harry vio, aterrorizado, que de ella salía una larga serpiente negra, caía al suelo entre los dos y se erguía, lista para atacar. Todos se echaron atrás gritando y despejaron el lugar en un segundo, menos Eider, que se quedó maravillada con la serpiente.

—No te muevas, Potter —dijo Snape sin hacer nada, disfrutando claramente de la visión de Harry, que se había quedado inmóvil, mirando a los ojos a la furiosa serpiente—. Me encargaré de ella...

Eider no podía creer lo que sus ojos estaban viendo. Vio como Harry caminaba lentamente hacia a delante y que gritaba absurdamente a la serpiente en un idioma que no lograba reconocer. inexplicablemente, la culebra bajó al suelo, tan inofensiva como una manguera de jardín.

—Vamos —le dijo Hydrus a Harry al oído—. Vamos... 

Hydrus lo sacó del salón, y los demás fueron con ellos. Al atravesar las puertas,los estudiantes se apartaban como si les diera miedo contagiarse. 

—Hablas pársel. ¿Por qué no nos lo habías dicho? 

—¿Que hablo qué? —dijo Harry. 

—¡Pársel! —exclamó Eider—. ¡Puedes hablar con las serpientes! 

—Lo sé —dijo Harry—. Quiero decir, que ésta es la segunda vez que lo hago. Una vez, accidentalmente, le eché una boa constrictor a mi primo Dudley En el zoo... Es una larga historia... pero ella me estaba diciendo que no había estado nunca en Brasil, y yo la liberé sin proponérmelo. Fue antes de saber que era un mago... 

—¿Entendiste que una boa constrictor te decía que no había estado nunca en Brasil? —repitió Ron con voz débil.

—¿Y qué? —preguntó Harry—. Apuesto a que pueden hacerlo montones de personas.

—Desde luego que no —dijo Hermione, después de un largo rato de silencio—. No es un don muy frecuente. Harry, eso no es bueno. 

²EIDER Y LA CÁMARA SECRETA, golden trio era ✓ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora