⠀ ⠀⠀' ❝ me di cuenta que gaste mi
tiempo preocupándome por todo
lo malo que me había sucedido en
el pasado, que no me di cuenta que
estaba ignorando todo todo lo bueno
que estaba en mi presente ❞
...
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NARRADOR OMNISCIENTE
HARRY ENTRÓ DE PUNTILLAS EN SU DORMITORIO, y cerró la puerta.
Alguien estaba saltando en su cama. Harry ahogó un grito de sorpresa mirando al ser que estaba sobre su cama. La pequeña criatura que yacía en la cama tenía unas grandes orejas, parecidas a las de un murciélago, unos grandes ojos verdes del tamaño de pelotas de tenis. Una gran nariz como un lápiz, y un pequeño traje sucio agujereados.
La criatura y él se quedaron mirando uno al otro, Harry oyó la voz de Dudley proveniente del recibidor.
—Esto, hola —saludó Harry con la voz entrecortada.
—Harry Potter —dijo la criatura con una voz tan aguda que Harry estaba seguro de que se había oído en el piso de abajo—, hace mucho tiempo que Dobby quería conocerle, a usted y a la señorita Filch, pero es un gran honor...
—Gra-gracias —respondió Harry, que avanzando pegado a la pared alcanzó la silla del escritorio y se sentó. A su lado estaba Hedwig, dormida en su gran jaula.
—¿Quién es usted?
—Dobby, señor. Dobby a secas. Dobby, el elfo doméstico —contestó la criatura
—¿De verdad? —dijo Harry—. Bueno, no quisiera ser descortés, pero no me conviene precisamente ahora recibir en mi dormitorio a un elfo doméstico.
De la sala de estar llegaban las risitas falsas de tía Petunia. El elfo bajó la cabeza.
—Estoy encantado de conocerlo —se apresuró a añadir Harry—. Pero, en fin, ¿ha venido por algún motivo en especial?
—Sí, señor —contestó Dobby con franqueza—. Dobby ha venido a decirle, señor..., no es fácil, señor... Dobby se pregunta por dónde empezar...
—Siéntese —dijo Harry educadamente, señalando la cama.
Para consternación suya, el elfo rompió a llorar, y además, ruidosamente.
