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NARRADOR OMNISCIENTE

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NARRADO
OMNISCIENTE

Eider, Harry, Ron y Hermione pasearon por la tortuosa calle adoquinada. Las Monedas de oro, plata y bronce que tintineaban alegremente en la bolsa dentro de los bolsillos de Eider y Harry, estaban pidiendo a gritos que se les dieran uso, así que compraron cuatro grandes helados de fresa y choco chips, que devoraron con avidez mientras subían por el callejón, contemplando los fascinantes escaparates. Ron se quedó mirando un conjunto completo de túnicas de los jugadores del Chudley Cannon en el escaparate de Artículos de calidad para el juego de quidditch, hasta que Hermione se los llevó a rastras a la puerta de al lado, donde debían comprar tinta y pergamino. En la tienda de artículos de broma Gambol y Japes encontraron a Fred, George y Lee Jordan, que se estaban abasteciendo de las <<Fabulosas bengalas del doctor Filibusterque no necesitan fuego porque se prenden con la humedad>>, y en una tienda muy pequeña de trastos usados, repleta de varitas rotas, balanzas de bronce torcidas y capas viejas llenas de manchas de pociones, encontraron a Percy, completamente absorto en la lectura de un libro aburridísimo que se titulaba Prefectos que conquistaron el poder.

—<<Estudio sobre los prefectos de Hogwarts y sus trayectorias profesionales>> —leyó Ron con voz alta la contracubierta—. Suena fascinante...

Eider por su lado estaba mirando con fascinación todos los libros que habitaban a su alrededor. Estaba tan distraída que no se dio cuenta de que, accidentalmente había empujado a un niño que está igual o peor que ella. 

El muchacho giro en dirección a la persona que lo había chocado y frunció el ceño mirando a la chica. 

—¿Acaso estas ciega o qué?  —le preguntó con mal humor.

—¡Ay disculpe señorito! os prometo que no volverá a ocurrir —se burló Eider. 

Harry al ver la ausencia de su escurridiza amiga la busco con la mirada, encontrándose la discutiendo con un chico.

Antes de que Harry caminara hacia ellos el chico de un parpadeó se había ido.

Una hora después, se encaminaron a Flourish y Blotts. No eran, ni mucho menos, los únicos que iban a la librería. Al acercarse, vieron para su sorpresa a una multitud que se apretujaba en la puerta, tratando de entrar. El motivo de tal aglomeración lo proclamaba una gran pancarta colgada de las ventanas del primer piso:

GILDEROY LOCKHART 

firmará hoy ejemplares de su autobiografía  

EL ENCANTADOR  

de 12.30 a 16.30 horas 

Eider y los hombres de la familia Weasley rodaron los ojos al ver la pancarta, Harry miro a las personas con asombro, no entendía lo que estaba pasando. 

²EIDER Y LA CÁMARA SECRETA, golden trio era ✓ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora